La segunda vida de las películas mexicanas clásicas

Este año, en la más reciente edición del Festival de Cine de Cannes, se realizó una función especial de la versión restaurada de Enamorada (1946), de Emilio El Indio Fernández. Este hecho cobró mayor relevancia porque quien presentó la cinta fue el reconocido Martin Scorsese, quien además, desde años atrás ha mostrado su amor por el cine mexicano como participante en la restauración de sus filmes a través de su organización The Film Foundation, fundada en 1990 para dedicarse a proteger y preservar la historia cinematográfica creada.

“Enamorada fue restaurada gracias a la extraordinaria conservación de una copia de nitrato única, que ha resguardado Filmoteca UNAM. La textura de este tipo de copia permite en las películas en blanco y negro una calidad única para la remasterización de la imagen. La fotografía de Gabriel Figueroa resaltará maravillosamente”, comentó Hugo Villa, director General de Actividades Cinematográficas.

La copia de Enamorada, proyectada también en la Plaza Maggiore de Bologna, como parte de la edición 32 del Cinema Ritrovato, fue restaurada digitalmente con el apoyo de Fundación Televisa, la Filmoteca de la UNAM, UCLA Film & Television Archive y The Film Foundation’s World Cinema Project, esta última que se ha unido a Scorsese para la restauración de 32 películas de 21 países diferentes, de las cuales además de Enamorada, también figuran títulos como Dos monjes (1934), de Juan Bustillo Oro y Redes (1936), de Fred Zinnemann y Emilio Gómez Muriel.

Una de las figuras que está detrás de la restauración de estas películas y de la mano con Scorsese es Olivia Trinidad Arias, Olivia Harrison; la californiana de nacimiento, pero de raíces mexicanas, que conquistó el corazón de George Harrison, integrante de The Beatles: “Me he de comer esa tuna (1945, Miguel Zacarías) es la película mexicana que más disfruto, la amo, por la música. Y George la veía conmigo”, dijo hace unos años en su visita al Festival Internacional de Cine de Morelia.

“Estuvimos en México a principios de año, fuimos a la UNAM y a la Filmoteca a buscar y tratar de desarrollar una lista de películas que fuera importante restaurar”, señaló entonces, sobre cómo fue que decidió los filmes de su listado, del cual piensa ampliar el proyecto de restauración: “Me encanta el cine mexicano, amo Macario (1959, Roberto Gavaldón) y María Candelaria (1943, Emilio Fernández), amo las películas de la Época de Oro. Jorge Negrete es mi héroe. Crecí escuchando Trío Calaveras y Trío Los Machos, por eso tenía muchas ganas de tener el placer de restaurar cine mexicano”.

Cabe destacar que otros cineastas reconocidos internacionalmente también han puesto manos a la obra para restaurar el cine mexicano. Viviana García Besné, directora del Archivo Fílmico Permanencia Voluntaria destacó la ayuda del cineasta danés Nicolas Winding Refn, el director de Drive (2011), en la restauración de Santo contra Cerebro del mal (Joselito Rodríguez, 1961), y otras películas de El Santo.

El día de mañana se celebra el Día Nacional del Cine Mexicano, cuya iniciativa fue aprobada de manera unánime por la LXIII Legislatura del Senado el pasado 20 de abril, nació con el objetivo de reconocer el aporte cultural e ideológico de la producción cinematográfica nacional, así como promover estímulos para la industria. Dentro de las actividades que tendrán con motivo de este festejo destaca la inauguración a cargo de la versión restaurada de El castillo de la pureza, de Arturo Ripstein, en la Cineteca Nacional.

Ésta es una de las siete películas restauradas que se verán en los próximos días que son resultados de un esfuerzo colaborativo entre IMCINE, Cineteca Nacional y los Estudios Churubusco. Las otras películas con nueva vida digital son El Rincón de las Vírgenes (1972) y Mariana, Mariana (1987), de Alberto Isaac; Perfume de violetas (2001), de Maryse Systach; Mi querido Tom Mix (1991), de Carlos García Agraz; Cabeza de vaca (1991), de Nicolás Echevarría y Canoa (1976), de Felipe Cazals.

“Ahora podamos presentarlas y difundirlas a nuevas generaciones que no habían nacido cuando éstas estrenaron (…) Un ciclo que hemos restaurado gracias a que contamos con estos materiales y que se pudieron digitalizar y restaurar, y ahora tener una versión de mucha calidad que se puede ver nuevamente y presentar en festivales nacionales e internacionales”, expresó Héctor Ramírez Williams, el subdirector de Acervos y Circuitos Culturales del IMCINE.

Creado en 1983, el acervo fílmico nacional resguarda producciones a partir de ese año e incluso, material iconográfico más antiguo como un fotograma que data de 1937, así como carteles únicos en el mundo como el póster de la película Una mujer sin amor de Luis Buñuel.

El caso de Canoa, de Cazals, es uno de los más celebrados en el mundo. El mismo Alfonso Cuarón acompañó a la cinta en su circuito de exhibición tras su restauración, que comenzó en la Berlinale, del 2016, y continuó en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).

Un año antes Guadalupe Ferrer, directora de la Filmoteca de la UNAM, presentó la restauración de El tren fantasma, de Gabriel García Moreno (1926), uno de los pocos filmes silentes del cine nacional que existen en la actualidad, en colaboración con la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).

“La alianza entre las instituciones que están interesadas en proteger nuestra memoria audiovisual tiene frutos muy poderosos y positivos. Conservarla tiene un gran valor porque nos muestra cómo hemos sido y cuáles han sido los esfuerzos por llegar a ver el mundo a través de la cinematografía”, dijo Ferrer en entrevista.

No es la primera vez que la Filmoteca y la AMACC trabajan en conjunto para restaurar un filme. En 2014 exhibieron una versión rescatada de La mujer del puerto, de Arcady Boytler (1933): “La Filmoteca ha restaurado muchas películas pero de manera fotoquímica. Digitalmente han sido fundamentalmente tres películas de Fernando de Fuentes y una gran parte del Fondo de la Revolución Mexicana, sobre todo la correspondiente a los hermanos Alva y a los Toscano”, explicó.

También destaca el trabajo de la distribuidora Venevision International que anunció que presentará veinticinco películas clásicas de la era dorada del cine mexicano completamente restauradas en alta definición (HD). Entre las películas renovadas figuran La vida no vale nada (1954), La Escondida (1955), Camino De Guanajuato (1955), Aquí está tu enamorado (1962), y Los Sánchez deben morir.

Finalmente, cabe destacar que este año El lugar sin límites (1977), de Arturo Ripstein, competirá en la Mostra de Venecia como parte de la sección Clásicos, la cual presenta las mejores restauraciones de películas clásicas de todo el mundo.

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