
En Hollywood cada vez está más claro que hay una crisis de ideas. Ahora tocó el turno de la productora Illumination Entertainment, creadora de las cintas de Mi villano favorito y Minions, de tomar por completo la misma fórmula que Pixar usó en Toy Story, pero con algunos retoques enfocados al mundo de los animalitos.
Esta vez no son juguetes, sino la crónica de un día en La vida secreta de tus mascotas con los mismos elementos: Sí, una mascota favorita de una chica que vive en Manhatthan, el perro se llama Max; un día su dueña llega con un nuevo perrito llamado Buzz Lightyear, quiero decir Duke, que le cambia su vida y por un pleito entre ellos quedan perdidos en medio de la ciudad.
Sus amigos, el resto de las mascotas del edificio deciden salir a buscarlos sin saber que los perros perdidos también son perseguidos por un grupo de animales olvidados por sus dueños (sí, como en Toy Story 3) comandado por un adorable y malvado conejo (Snowball). Con pinceladas divertidas pero con un argumento gastado la cinta llega a las salas de cine este viernes.
Es cierto, es innegable que tiene la dosis medida de diversión para satisfacer los gustos de la gente como una película de mero entretenimiento y solo algunos de sus personajes se vuelven encantadores para la audiencia, particularmente el caso de la enamoradiza Gidget y el enorme perro Duke, sin embargo, conforme pasa el tiempo de la película los clichés en los que cae le van demeritando peso al clímax.
La cinta está cargada de fórmulas creativas que no sólo nos remontan a Toy Story, además nos encontramos ante una película que sigue el camino de la dupla de amigos/rivales cuyas circunstancias los obligan a trabajar en equipo para cumplir una misión, tal como ocurre en Hombres de negro.
Cierto es también que no todo es negativo. Desde el punto de vista de políticamente correcto, sin convertirlo en un hallazgo trascendente, es un buen gesto que para la versión doblada en español se una a actores que prestan su voz desde diferentes puntos de Sudamérica para ofrecer una metáfora de unión más allá del país de origen, o mejor dicho, para la metáfora de la película, más allá de la raza o el tipo de animal que seas. Una lección que aplica para crear conciencia en los niños. Aunque de pronto nos causará la impresión de que esa voz del conejito ya la habíamos escuchado antes en forma de burro, porque a Eugenio Derbez no se le da la variación de voces en el doblaje.
La calidad de la animación es buena, la música tiene chispazos y momentos memorables, la fantasía de los dibujos permite de buena forma que parezca que la cámara se mueva como luz por todos los escenarios de arriba abajo, del edificio a la calle, de Manhatthan a Brooklyn; todo un trabajo técnico digno de reconocer… pero la historia, el guion no es más que la calca y el anhelo o la envidia por querer parecer Pixar, cuando para nada es necesario.
Director: David F. Sandberg (EU, 2016)
En los últimos dos años han circulado en la red una serie de cortometrajes aterradores en torno a fantasmas que solo podemos distinguir sus siluetas cuando las luces están apagadas. El responsable de esos cortos es el cineasta David Sandberg, quien tuvo la oportunidad de llevar a la pantalla grande esa premisa en la cinta Cuando las luces se apaguen, con la ayuda del cineasta James Wan cuya mano en el filme se nota con las innumerables escenas de susto repentino que tanto le gustan al malayo.
Además de su estilo para espantar, la cinta recupera otros elementos como los secretos familiares que hay en filmes como Insidius, en esta cinta con la historia de Rebecca (??Teresa Palmer) quien había superado los miedos de su niñez pero regresaron cuando su pequeño hermano Martin (Gabriel Bateman) recrea los mismos sucesos inexplicables. La mejor cinta de terror del año hasta el momento.
Director: Bruce Timm (EU, 2016)
DC Comics podrá no tener la capacidad de adaptar sus historietas al cine en versión live action, esa batalla ya la tiene ganada Marvel. Pero al momento de hacer películas de animación simplemente no tiene comparación. Esta ocasión llevaron a la pantalla grande uno de sus comics más populares, The killing joke, de Alan Moore, el último gran duelo entre Batman y su némesis Guasón. La película se divide en dos partes, la primera gratuita y sin mérito en la que se muestra la crisis emocional de batichica y sus sentimientos hacia el caballero de la noche, y la segunda que es inmejorable en la que se toma por completo el comic desde que Guasón escapa de la cárcel hasta el legendario final. Lo mejor de la película es la caracterización del villano más emblemático en la historia de Batman y sobre todo su discurso sobre la cordura y la locura en el que habla de que todas las personas están a un mal día de enloquecer.
Director: Julio Hernández (España, 2015)
El cine mexicano vive un momento creativo importante en su historia. Nunca ha tenido mayor diversidad temática y de tan buena calidad como ahora. En este marco llega como una de las propuestas más interesantes la nueva cinta de Julio Hernández Cordón, Te prometo anarquía, un filme que cuenta la historia de amor entre dos Miguel y Johnny, dos amantes de la patineta, originarios de un barrio bravo de la Ciudad de México y que están involucrados en la venta de sangre para el mercado negro, sin embargo una gran transacción en la que consiguen donantes sale de control termina mal para todos los involucrados. El filme cuenta con una narrativa visual muy llamativa y un guion muy cuidado desde la construcción de la historia hasta el manejo del lenguaje citadino digno de admirarse.
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