El primer nanosatélite diseñado, construido y ensamblado en México, con el nombre Painani-I, alcanzó su lugar en órbita, después de haber sido lanzado el pasado 28 de junio desde Nueva Zelanda, informó el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), que desarrolló este instrumento como parte del proyecto “Diseño, construcción y puesta en órbita de un sistema de nanosatélites propiedad de la Secretaría de la Defensa Nacional”.
El propósito de este equipo, desarrollado bajo el estándar CubeSat, es servir como plataforma de aprendizaje y de investigación para la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana.
El Painani-I pasó diversas pruebas de validación prevuelo necesarias para autorizar su lanzamiento. De México se transportó a la ciudad de Seattle, Estados Unidos, donde personal del CICESE lo colocó en un dispensador, que es una cápsula con mecanismos que permiten impulsarlo a su órbita, para finalmente ser trasladado al lugar del lanzamiento, en donde se instaló como carga útil en un cohete de la empresa Rocket Lab.
“Se han aprendido lecciones valiosas, como la evolución en la filosofía de diseño, que permitirán el desarrollo de tecnología propia para hacer investigación relacionada con observaciones climatológicas, detección de cambios en el ambiente y otras aplicaciones de percepción remota”, comentó el doctor Salvador Villarreal, investigador del Departamento de Electrónica y Telecomunicaciones del CICESE y líder del proyecto Painani-I.
El Painani-I es un nanosatélite que mide 10x10x30 centímetros. Cuenta con un módulo de captura de imágenes conformado por cuatro sensores diferentes que funcionan en el espectro visible. Se desarrolló con el propósito de poner a prueba las capacidades que tiene cada uno de estos sensores. A partir de la información recopilada se podrán hacer recomendaciones para construir, en caso de requerirse, un satélite.
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