Escenario

Luke Perry, el Paul Newman de Beverly Hills 90210

El actor falleció a los 52 años, días después de haber sufrido un derrame cerebral el pasado miércoles

El actor falleció a los 52 años, días después de haber sufrido un derrame cerebral el pasado miércoles

Luke Perry, el Paul Newman de  Beverly Hills 90210

Luke Perry, el Paul Newman de Beverly Hills 90210

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Dylan McKay, de Beverly Hills 90210, es el nombre del personaje más emblemático en la carrera del actor Luke Perry, quien falleció ayer a los 52 años, apenas cinco días después de que sufriera un derrame cerebral, justo el día en que se anunciaba el regreso de la popular serie juvenil de los años 90.

En esa serie de 1990 creada por Aaron Spelling, Perry daba vida a un personaje idílico y casi contrario al de Brandon Walsh (Jason Priestley). Dylan McKay representaba a la figura del adolescente rebelde, ­millonario e independiente a los 16 años, cuyo trasfondo era más oscuro de lo que se pensaba; también tenía una historia de abandono y soledad que hacia el final de la serie se manifestaría en distintas adicciones.

“Voy a estar conectado a él hasta que me muera pero está bien. Yo creé a Dylan ­McKay: él es mío”, dijo Perry hace ­unos años, una de las pocas menciones que hizo sobre el personaje que lo hizo famoso ­alrededor del mundo. Curiosamente no era el papel de la serie que él quería interpretar. Por entonces tenía 24 años y él hubiera preferido dar vida a Steve Sanders, que luego quedaría en manos de Ian Ziering.

Fue el creador el que vio en la astucia de ese chico de 24 años (los que tenía Perry en 1990), a uno de los protagonistas de su historia, cuya historia giraba en torno a los ­mellizos Walsh: Brenda (Shannon Doherty) y Brandon, quienes se mudaban de ­Minnesota a Los Ángeles, más precisamente a ­Beverly Hills, la tierra de ricos y famosos repleta de autos caros y adolescentes con tarjetas de crédito sin límite de compra.

Al momento de construir el personaje de Dylan McKay el actor decidió tomar el consejo de su madre: “Él es el hombre más hermoso del mundo, cariño... es una estrella de cine”, le decía ella, quien tenía una foto de su actor favorito en su espejo. Perry ­respondió: “OK, genial. Lo vi y sí, ¿¡quién no querría ser Paul Newman!?”, dijo en una entrevista a la agencia AP.

Por 10 años su historia estuvo marcada por ese personaje, al que llegó después de casi una década de buscar una oportunidad en Hollywood, ya que a los 16 años se fue de su natal Ohio a Los Ángeles, donde se curtió actuando en telenovelas como ­Loving o ­Another World, y haciendo doblajes para series ­animadas como El increíble Hulk y ­Biker Mice. De Marte.

Perry no repitió el éxito de ese personaje, pero fue el más constante de los actores al momento de seguir trabajando. Protagonizó series como Jeremiah y Windfall y participó en Oz, What I Like About You, Body of Proof, Will & Grace y Major Crimes, fue recién en 2017, cuando se sumó al elenco de Riverdale, que consiguió volver a participar en una serie “fenómeno”, aunque ahora como padre de un ídolo adolescente, del neozelandés Apa.

Perry tendrá una despedida a lo grande: aparecerá en la nueva película de Quentin Tarantino, Once Upon a Time in Hollywood, interpretando al actor Wayne Maunder, uno de los personajes verídicos del film que gira en torno al Hollywood contemporáneo a los asesinatos cometidos por Charles Manson.

El actor falleció en el Hospital St. Joseph en Burbank, Califonia, rodeado de sus hijos, Jack y Sophie, su novia y otros ­familiares cercanos.