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Museo de la Cosmonáutica, tributo a la conquista del espacio de Rusia

Permite viajar en el tiempo a la década de los 60, cuando todo el mundo estaba fascinado por los grandes inventos espaciales y las posibilidades de explorar el espacio

Museo del Cosmonauta
Museo del Cosmonauta Museo del Cosmonauta (La Crónica de Hoy)

El Museo de la Cosmonáutica o de los Astronautas está dedicado a la historia de la conquista del espacio de Rusia.

El programa espacial ruso ha sido siempre uno de los más enigmáticos del mundo y una visita a este sitio no te deja indiferente.

El museo se encuentra en el interior del Monumento a los Conquistadores del Espacio, que fue inaugurado en 1964. Cinco años antes de que Estados Unidos llegara a la Luna, para festejar los logros soviéticos en la exploración del espacio.

En el museo está expuesta una réplica del primer satélite ruso, el Sputnik. También se pueden ver trajes espaciales originales, la historia de la perra Laica y las herramientas con las que entrenó Yuri Gagarin -el primer hombre en estar en el espacio-, entre otros muchos objetos y reproducciones.

Este museo es un homenaje fascinante al papel de Rusia en su exploración del espacio.

Cierto es que en nuestro plan de trabajo en territorio ruso pusimos como opción el Museo de la Cosmonáutica y la Torre de Titanio de más de 100m que hay sobre él.

Al cabo de dos días en Moscú, y ver cómo el transporte, concretamente el Metro, funciona tan bien, hubo tiempo suficiente para visitar un museo como éste.

Tomamos el Metro desde la Plaza Roja hasta VDNKh, que te deja en la misma puerta del museo en menos de 15 minutos. Antes, nos dirigimos a ver la espectacular Torre de Titanio que hay sobre el Monumento a los Conquistadores del Espacio, el segundo monumento más grande de Rusia. Este impresionante obelisco está coronado por un cohete espacial y está presidido por el padre de la aeronáutica, Konstantín Tsiolkoski.

Merece la pena rodearlo para ver sus espectaculares dimensiones, y si es un buen día y hay sol, el reflejo y el brillo que proyecta le dan un aspecto de majestuosidad.

Lo primero que encuentras es una gran figura del cosmonauta soviético Yuri Gagarin. Luego, tenemos una cápsula espacial, varios satélites que más de uno se puede pensar que son de juguete, pero la verdad es que los satélites suelen ser más pequeños de lo que creemos. Además, junto a ellos hay varios recuerdos de la época espacial perruna, con Laika como comandante, y algún que otro ejemplo de éxitos y fracasos en la carrera espacial.

De hecho, hubo 12 perros más que viajaron al espacio, de los cuales cinco sobrevivieron. Algunos de ellos están en este museo.

También se aprecia una réplica del primer Sputnik terrestre, que data del año 1957. Fue lanzado el 4 de octubre de ese año y duró 92 días, completando 1,400 vueltas alrededor de la Tierra.

Se exhiben trajes espaciales, como el del modelo “Berkut” que se usó por primera vez en 1965, cuando el soviético Alekséi Leónov hizo la primera salida de la nave por parte de un astronauta en el espacio exterior.

El museo se va abriendo en dos plantas poco a poco donde hay cabida desde todo tipo de trajes espaciales, maquetas de grandes cohetes, recuerdos de astronautas, notas de prensa y más de un espacio para que los niños puedan divertirse. Uno de ellos es el destinado a los aterrizajes en Siberia entre los años 50 y 60,  los astronautas podían aterrizar en cualquier sitio y esperar con la implacable climatología del lugar.

Hay muchas muestras de cápsulas y transbordadores. En su colección tienen una maqueta de un avión de la aerolínea de bandera, Aeroflot. Ideal para los amantes de los aviones… en la que experimentas en carne propia cómo sería viajar en el espacio. Además, hay un lugar para los satélites, como parte de la historia de la cosmonáutica rusa.

También se exhiben en el museo transbordadores de otras nacionalidades, como el Apollo del proyecto conjunto entre Estados Unidos y la Unión Soviética, llamado Apollo-Soyuz.

Entradas: 250 rublos, más un suplemento de 230 rublos por cámara de fotos o video (sin flash) y 150 rublos la audioguía. Para precios de entradas actualizados, visitar la web del museo.

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