Metrópoli

Músicos urbanos, la odisea de sobrevivir en medio del COVID-19

Desde que inició la pandemia, los abusos por parte de los policías se han incrementado, a tal grado de ser remitidos sin recibir una explicación por parte de las autoridades. Acusan a Alejandra Barrios de encabezar a esos grupos de extorsionadores

Músicos urbanos, la odisea de sobrevivir en medio del COVID-19

Músicos urbanos, la odisea de sobrevivir en medio del COVID-19

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Una banqueta es su escenario, los transeúntes son el único público que los músicos necesitan, ahí interpretan tanto música de cámara, clásica, tangos, boleros, rock y hasta los hits del momento.

Ahora con el inicio de la pandemia todo ha cambiado. Los artistas sufrieron la suspensión de sus espectáculos callejeros y sin previo aviso se quedaron sin uno de sus ingresos principales.

Lo que comenzó como algo pasajero ahora parece no tener fin, pues tras cuatro meses de no poder salir a las calles del Centro Histórico que los acogían, ahora estos grandes artistas se encuentran en una situación que ellos describen como “horrible”.

“Tristes, angustiados y preocupados es la situación actual en la que vivimos; como si el coronavirus no fuera bastante, ahora tenemos que preocuparnos de las autoridades, las cuales nos tratan como delincuentes por hacer lo único que sabemos hacer mejor: tocar música”, dijo Luis Alberto Rey Cárdenas, violonchelista venezolano, quien ahora reside en la Ciudad de México.

En entrevista para Crónica comentó que, ante la llegada del virus, las restricciones sanitarias impuestas por el gobierno de la ciudad se han vuelto extremadamente excesivas, a tal punto de ser perseguido por las mismas y hasta ser tratados como delincuentes.

Luis señaló que en repetidas ocasiones ha sido víctima de los abusos policiacos, al igual que sus compañeros los cuales han terminado en Ministerio Público sólo por hacer una labor social al compartir su música en las calles.

“Hemos recurrido con todo tipo de autoridades, hasta llegar con la Jefa de Gobierno. No hemos tenido respuesta aún por parte de ellos, muchos de nosotros no contamos con ningún ingreso extra, la calle es nuestra principal fuente de trabajo, sin ella no tenemos nada”, narra el maestro Luis.

Y es que las calles del Centro Histórico no sólo dan cobijo a ritmos como el jazz, también arropan ritmos como el rock o el blues, entre otros.

Gisela Lascano, joven participante en este movimiento de artistas y cantante de blues, contó en entrevista que desde que inició la pandemia los abusos por parte de los policías se han incrementado, a tal grado de ser remitidos sin recibir una explicación por parte de las autoridades.

“Me los tengo que llevar o si no, no descanso el domingo", fueron las palabras del oficial que arrestó hace menos de una semana a la joven cantante.

Tras el arresto, Gisela narra su experiencia dentro del Juzgado cívico CUH-4, donde cuenta que las condiciones son deplorables para los detenidos.

“Al llegar al juzgado nos apartaron dentro de un pequeño cuarto con 30 personas más, algunas no portaban el cubrebocas, mientras que el resto se la pasaba tosiendo y ni siquiera mantenían su sana distancia”, cuenta la joven.

Por otra parte, Roberto Sánchez, popularmente conocido Rob Sáenz, señalo que ha sido víctima de extorción por parte de “grupos culturales”, los cuales buscan únicamente lucrar con el talento de los músicos emergentes.

“Los eventos dentro de los restaurantes, fiestas o incluso comuniones eran una fuente de ingresos para nosotros, desde la llegada del coronavirus todo eso se terminó, ahora sólo contamos con las aportaciones que la gente nos da en nuestros espectáculos callejeros. Lidiar con las extorsiones y el abuso de la policía hace más difícil nuestro trabajo”.

Solidario con el grupo de músicos, uno de sus compañeros —quien decidió quedarse en el anonimato— señaló a Alejandra Barrios de ser la encargada de encabezar a este grupo de extorsionadores.

Aunque mantiene la sana distancia y en cada una de sus presentaciones invitan a las personas a protegerse del coronavirus, los ejecutantes de la música culta opinan que llevar este tipo de tonalidades a las calles expande las posibilidades de ésta en lo educativo, curativo, relajante y de sensibilidad entre los oyentes; concuerdan que en épocas de pandemia el gobierno no debería darle la espalda a la cultura.

Para los Bichos del Sótano otra de las bandas que conforma este movimiento de músicos independientes, mantener los espectáculos urbanos es esencial; pues a través de estos shows se transmite más en la calle que en grandes recintos culturales.

La banda que durante siete años se ha caracterizado por tocar las canciones de los legendarios Beatles, espera que estas restricciones terminen pronto, pues al igual que sus compañeros lo único que buscan es trasmitir buena vibra a los capitalinos con el poder de sus canciones.

“No podemos privar a las personas, la gente necesita de la música pues ésta es la medicina del alma “, comentó Bernardo, bajista de la banda.

Ahora estos músicos esperan que las autoridades los escuchen y den una pronta respuesta a sus peticiones para poder regresar lo antes posible a sus antiguas actividades.