Escenario

Natalia Aldama reflexiona sobre la soledad social

La cineasta mexicana estrena el filme Todo lo demás, protagonizado por Adriana Barraza

La cineasta mexicana estrena el filme Todo lo demás, protagonizado por Adriana Barraza

Natalia Aldama reflexiona sobre la soledad social

Natalia Aldama reflexiona sobre la soledad social

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"Había pasado mucho tiempo desde que Adriana Barraza no tenía un papel protagónico en un filme mexicano. Fue hasta que se le pudo ver en el 2016 en el filme Todo lo demás, dirigido por Natalia Aldama, cuando tuvo su premier mundial en el marco de la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), ahora este filme llega a las salas comerciales.

Con un estilo contemplativo, la cineasta hace el retrato de soledad de una mujer burócrata. Barraza interpreta a doña Flor, quien durante 35 años ha trabajado como empleada en una oficina del gobierno, su vida está envuelta entre el orden y la rutina. Una mañana se despierta para encontrar a su gato muerto. Al negarse a aceptar la pérdida de su único compañero, doña Flor intenta continuar la vida como de costumbre, pero la pérdida desencadena recuerdos del ahogamiento de su propio hijo. Doña Flor vuelve al agua para salvarse de ahogarse en la tristeza.

“Adriana Barraza tiene una gran capacidad de transmitir emociones para que la gente pueda sentir empatía, y entrar en la vida de esta mujer donde no sucede mucho y podemos estar con ella”, expresó la cineasta Natalia Almada, en entrevista con Crónica, a propósito de una historia que viene de su propia experiencia y de su encuentro con mujeres jubiladas, por lo que decidió hacer una ficción que habla sobre el universo femenino a pesar de provenir de una carrera de documental.

“Quería hacer también un retrato de la Ciudad de México y de nuestra sociedad, quería que se desarrollara en una oficina de gobierno en la que todos tenemos que ir como ciudadanos, no un banco o un lugar donde puedas mandar a alguien a hacer un trámite. Hay pocos espacios en nuestra sociedad, compartidos a nivel socioeconómico, estamos muy divididos y por eso quería a un personaje que tiene que enfrentarse con todas esas personas”, explicó.

De acuerdo con la cineasta, esta película no busca juzgar los empleos de oficina, pero sí espera que de paso haya una reflexión sobre cómo el sistema social absorbe la vida de las personas, por lo que provoca en ellos un estado de soledad y de pérdida de sensibilidad. Al mismo tiempo explicó que su personaje central tiene una edad particular en la que espera encontrar otro punto de análisis sobre lo que siente una mujer que está a punto de llegar a la vejez.

“Es una edad similar a la de la adolescencia. Como cuando te vuelves adulto, y hay muchas películas sobre cómo se pasa de la adolescencia a ser un adulto. Siento que hay algo de la edad de doña Flor en la que siento que está cerrando una etapa de su vida, quizás la laboral, y su vida cambiará. Cuando nos acercamos a esos momentos de transición, somos más susceptibles a cuestionarnos a nosotros y enfrentarnos a nuestras debilidades y miedos”, concluyó.