
"Esperanza Iris (México, 1888-1962) es para las recientes generaciones sólo el nombre de un teatro, no sabemos nada de ella cuando fue verdaderamente la figura más importante de la opereta del siglo XX, fue una brillante empresaria y directora de las puestas en escena más deslumbrantes”, señala Silvia Cherem, autora del libro Esperanza Iris. La última reina de la opereta en México, en donde narra cómo los responsables del atentado contra un avión con destino a Oaxaca en 1952, penetraron en la vida de la artista.
La autora narra en la novela editada por Planeta, que antes de iniciar los estudios de educación primaria, Esperanza Iris fue contratada para formar parte de la compañía infantil del Teatro Abreu para cantar zarzuelas por dos pesos, mismo salario que tenía su padre Virgilio como contador, fue así que debutó siendo una niña y fue escalando rápidamente; por ejemplo, en poco tiempo fue la estrella de la compañía Austri y Palacios, la mejor de México en aquel entonces.
“Proviniendo del origen más humilde y habiendo logrado todo eso con su talento, es una figura espectacular en todos sus sentidos, creo que debe ser rescatada del olvido en el que la tenemos condenada, rescatar el personaje de carne y hueso que fue Esperanza, porque tuvo tanta grandeza y tragedia, ella decía que todo lo tenía a manos llenas: tuve a manos llenas el éxito y tuve a manos llenas la mayor tragedia”, comenta Cherem.
En el libro, la autora detalla cómo la muerte afectó la vida de la cantante mexicana, ya que sus tres hijos murieron y sus tres esposos la engañaron y decepcionaron; sin embargo, ella siguió cosechando triunfos escénicos, incluida la construcción de su propio teatro que el próximo año celebrará 100 años de vida.
“El Teatro Esperanza Iris lo construyó ella con su propio dinero en 1917, lo terminó en 1918, es decir, estamos en el centenario del espacio, pero por la tragedia que casi la sepulta (la bomba en el vuelo 575 de Mexicana de Aviación), vendieron el teatro y hasta su nombre le quitaron, se llamó durante más de 30 años Teatro de la Ciudad y hace 10 años, por justicia, alguien pidió que se le nombrara Esperanza Iris”, destaca Cherem.
La cantante pagó 224 mil pesos por 1,647 metros cuadrados de tierra, ubicados en lo que fuera el Real Hospital del Divino Salvador para mujeres dementes, junto a la Cámara de Diputados, y los arquitectos Federico Mariscal e Ignacio Capetillo y Servín, cumplieron la petición de construir un teatro de cuatro pisos que tuviera un pequeño departamento donde vivió Esperanza con su segundo esposo, Juan Palmer. El teatro se inauguró el 25 de mayo de 1918.
“Este teatro se construyó teniendo como modelo la Scala de Milán y la Ópera de París, realmente Esperanza Iris logró hacer un teatro que marcó historia, porque Enrico Caruso y Anna Pávlova pisaron ese escenario antes de ir a Nueva York. Era el teatro más grandioso de su época”, precisa la autora.
BOMBAZO. La novela de Cherem, además de retratar el dolor de Esperanza Iris por la muerte de sus hijos, plasma el dolor de la artista al enterarse de que su tercer esposo, el cantante Francisco Sierra, fue acusado junto con su amigo Arellano por participar en el atentado con bomba contra el vuelo 575 de Mexicana de Aviación.
“No sabía que ese bombazo tenían un vínculo con Esperanza Iris, estando en Galápagos una mujer de apellido Mankin-Carso se me acercó para decirme que su familia había vivido una situación dramática en México, en 1952, por una bomba en un avión, entonces decidí hacer un reportaje para el periódico. Me parecía increíble que una historia tan diferente, fuera tan desconocida para el público en general”, señala.
Esa fue la primera página de esta historia, añade, “tardé mucho tiempo en conseguir un relato de época que escribió una norteamericana, pero lo obtuve en una librería de viejo en Inglaterra, es una historia que se publicó en la década de 1950, Seven Shares in a Gold Mine, ahí dice que unas de las personas acusadas del crimen tenía relación con Esperanza Iris”.
Silvia Cherem inició la investigación, recurrió a hemerotecas, a archivos y bibliotecas. “Reconstruí la historia y así me enteré que fue el escándalo noticioso más brutal del siglo XX en México. Logré encontrar todos los archivos personales de Esperanza, todas las cartas que Paco le mandaba desde la cárcel, revisé los archivos de la SCJN, de los abogados y empecé a tener una infinidad, de documentos y materiales de donde apoyarme”.
Sobre los motivos que orillaron a Paco Sierra a ser partícipe del atentado, la autora señala que la grandeza de él no se asoma a la grandeza de Esperanza, pero llegó en un momento de mucha fragilidad en la vida personal de la reina de la opereta.
“Se metió en su vida convenciéndola de que lograría la grandeza del teatro, le vendió una historia romántica de éxito porque ella estaba en una agonía absoluta: su pareja la acababa de dejar y el último de sus hijos vivo, acababa de morir. No creo que Paco Sierra tuviera ni mínimamente la grandeza que tuvo Esperanza, ella lo proyectó y le dio luz”.
Copyright © 2017 La Crónica de Hoy .