Opinión

Posturas y estrategias

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La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La primera ronda de renegociaciones del TLCAN, celebrada del 16 al 20 de agosto, ha mostrado un mosaico de contrastes entre los intereses, objetivos, estrategias y visiones de los tres países que componen el tratado: Canadá, Estados Unidos y México, exhibiendo por un lado, las diferentes técnicas de negociación de cada país, pero también las aspiraciones reales de cada uno de ellos.

Para esta primera ronda, de las posibles entre seis y nueve que se llevarán a cabo a lo largo de todo el proceso, se conformaron 27 mesas de trabajo sobre temas de interés común para los tres países entre los que destacan: déficit, laboral, agricultura, medio ambiente, pymes, compras de gobierno, reglas de origen, servicios financieros, propiedad intelectual, anticorrupción, divisas y controversias comerciales, por mencionar algunos.

Evidentemente, la postura de cada uno de los países está fundamentada en los resultados obtenidos del tratado, pero en general, se puede apreciar un ambiente ríspido, tenso y complicado para poder establecer un verdadero proceso de negociación sobre bases equitativas y objetivos comunes.

Canadá ha mostrado una postura discreta en la renegociación; se ha mostrado en contra de México en aspectos como el laboral, en donde ha manifestado la pérdida de empleos a causa de la mano de obra barata imperante en nuestro país.

La delegación estadounidense en cambio, ha mostrado una estrategia agresiva, encaminada al cumplimiento de los compromisos de campaña del presidente Trump y expresando la necesidad de una mejora profunda al tratado, que sea capaz de revertir el déficit de su país con México, y permitir el desarrollo de los sectores que se han vulnerado a causa del tratado.

México por su parte, ha volcado la atención en los temas migratorio, laboral, telecomunicaciones, y en general se ha mostrado a favor dela actualización del tratado, para la inclusión de nuevos temas que agilicen el comercio entre los tres países.

Aunado a los posicionamientos de los tres países, el alcance del proceso se ha puesto en entredicho por dos razones: las amenazas del Presidente Trump de abandonar el tratado, así como el anuncio de la firma de un acuerdo de confidencialidad sobre el proceso de renegociación del TLCAN, en una era en donde se pugna por una diplomacia abierta, mientras que los procesos de negociación se mantienen ocultos y totalmente alejados de la opinión pública y de la población de los tres países.

Finalmente, la postura estadounidense resulta favorable para México en términos de negociación; el comportamiento amenazador del presidente Trump merma por un lado la capacidad de negociación de su delegación, a la vez que representa para México una oportunidad para liderar el proceso, desagregar los puntos de conflicto, abrir los canales de comunicación con los tomadores de decisiones por sector y buscar el acuerdo, dirigiendo los temas a tratar en la próxima ronda que se llevará a cabo en la Ciudad de México del 1 al 5 de septiembre, aprovechando simultáneamente, la relación con Canadá para actualizar los términos del acuerdo.

cpi@prodigy.net.mx