Escenario

“Prefiero que ya no haya nada más de Botellita”: Sergio Arau

El músico dijo a Crónica que espera que ya no se realicen homenajes, ni a la banda, ni a Armando Vega Gil; ahora trabaja en la segunda parte de Un día sin mexicanos

El músico dijo a Crónica que espera que ya no se realicen homenajes, ni a la banda, ni a Armando Vega Gil; ahora trabaja en la segunda parte de Un día sin mexicanos

“Prefiero que ya no haya nada más de Botellita”: Sergio Arau

“Prefiero que ya no haya nada más de Botellita”: Sergio Arau

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Javier Bátiz bajó del escenario de la sala Carlos Monsiváis, donde se le rindió homenaje por su contribución al cine en el marco de la tercera edición del Baja California International Film Festival. Se acercó a Sergio Arau y en medio de un abrazo efusivo le dijo: “Siento mucho lo de Armando, aún no termino de entender por qué pasó”. Arau le respondió, “yo tampoco me lo puedo explicar”.

A casi tres meses de la muerte de Armando Vega Gil, las emociones aún están a flor de piel. Tocaba la participación de Sergio Arau en el encuentro fílmico con la presentación especial del falso documental Naco es chido, que narra las peripecias de Botellita de Jerez, creadores del peculiar Guacarrock, en el proceso de una posible nueva producción.

Las imágenes son fieles a la esencia de la banda. Con humor negro, creativos y propositivos. En el filme un detective busca a los integrantes de la banda y los encuentra a cada uno en situaciones poco imaginables: El Cucurrucucú (Armando Vega Gil) está en un hospital psiquiátrico; El Mastuerzo (Francisco Barrios) es arrestado por hacer canciones explosivas y El Uyuyuy (Sergio Arau) está viviendo de homeless en Los Ángeles. Este filme le trae recuerdos.

“Después de lo que pasó con Armando, es bien fuerte ver la película. No la he podido ver y me parece que es una buena manera de conocer un poco más de cada uno de nosotros, porque ahí vemos el carácter de cada quien”, dijo el artista mexicano, en entrevista con Crónica, mientras Naco es chido se proyectaba en la sala.

Las memorias de Sergio van a aquellos tiempos revolucionarios de los años 80: “Hay toda una historia con Botellita de Jerez. Yo me salí en el 88 y comenzamos en el 83. Creo que abrimos muchas puertas y lo veo aún más a la distancia ahora”, expresó.

El músico supo que Botellita de Jerez sería una banda memorable desde la primera vez que dieron un concierto, “fue en una secundaria técnica. También estuvo Jaime López, Real de Catorce y otro grupo que desapareció, que era para que (Manuel) Ahumada, el caricaturista que me presentó a Armando, se pudiera ir a vivir a Nueva York. Nada más teníamos cinco canciones y nos hicieron repetirlas tres veces porque no teníamos más y les encantó”, expresó sonriente.

Pero el legado de la banda llegó hasta 1988, cuando Arau decidió tomar un nuevo rumbo, “en el 2005 que volvimos en el Vive Latino, nos fue muy bien. A mí me entró una crisis porque decía ‘qué grueso, como las nuevas generaciones no van a conocer a Botellita de Jerez’. Ese momento lo quise documentar, de ahí salió Naco es chido”, dijo.

Antes de ese filme, Arau había cobrado popularidad en el séptimo arte por Un día sin mexicanos (2004), el cual “surgió de un cortito que hicimos mi mujer, Yareli Arizmendi, y yo. Para nosotros era cine de emergencia. Era una parodia de la serie Misterios sin resolver”, dijo.

A propósito, después de 15 años, llegará la segunda parte, con un propósito más complejo que aquel filme, “apenas se dio la negociación. Esperamos que ya quede el nuevo guion completo en breve, porque hemos tenido que cambiar la historia porque Trump nos da sorpresas diario. La vez pasada era muy simple porque la relación de México y Estados Unidos no era el tema del momento, como ahora”, comentó.

“De lo que hablará es de la industria del miedo. De ese discurso en el que se dice que ahí vienen los migrantes y nos van a quitar todo. Por otro lado, como lo usan como negocio, por ejemplo, en los centros de detención de migrantes, el gobierno les paga 164 dólares al día por cama. Con una cláusula que les permite tener el 90 por ciento de las cárceles lleno, eso les garantiza una lana, porque antes cuando te agarraban te deportaban enseguida y ahora te mantienen en prisión por hasta ocho años por que reciben ese dinero”, adelantó.

Finalmente, el cantante dijo que tras la muerte de Armando Vega Gil, no formará parte de las actividades que anunciaron El Mastuerzo y los otros integrantes, para honrar la memoria del Cucurrucucú y la agrupación: “Yo no sé nada de los homenajes. A mí nadie me ha hablado. Creo que todo es muy claro. Una de mis broncas con ellos es que estaban con la HH Botellita, que yo digo que era como un tributo a Botellita de Jerez”, enfatizó.

“Esa banda era de los tres. Los tres nos lo tatuamos en el 84 juntos, los tres abrimos Rockotitlán, los tres hicimos el guacarrock… La verdad es que en su segunda etapa, cuando se pusieron en modo Alcanzar una estrella, a mí me molestó mucho, porque ya no tenía que ver con la banda original”, añadió.

“Cuando regresamos fue interesante pero ya no estuvimos tan conectados. En 2012, que dejé de tocar con ellos, y que sacaron la HH, yo me quedé muy molesto. Ahora, lo de Armando fue muy grueso, porque es como cuando te peleas con un hermano o un familiar con el que has crecido. La verdad es que lo quiero mucho, lo quise mucho y es pesado todo”, continuó.

“Yo prefiero que ya no haya nada más de Botellita, y que quede claro quién era quién”, concluyó.