Puente emblemático

El pasado 17 de junio, Penny Pritzker, quien se desempeñó como Secretaria de Comercio estadunidense durante la administración del presidente Barack Obama, fungió como oradora principal en la ceremonia de graduación de la Escuela de Graduados de Negocios de Stanford.

En su discurso, la ex secretaria de Comercio hizo referencia a la relación comercial existente con México, en donde, además de resaltar su labor para fortalecer el comercio con nuestro país, habló de la inauguración, en la que participó en agosto de 2015, del Puente Ferroviario Internacional Brownsville-Matamoros, el primero en construirse después de un siglo en la frontera México – Estados Unidos.

Se refirió a este proyecto como un ejemplo de las prioridades comerciales durante su gestión, así como de la necesidad de construir puentes y no muros, en un contexto en el que los demócratas han cuestionado las decisiones del actual presidente.

Pero la inauguración de este proyecto va más allá de una decisión política sino que es un puente emblemático.Representó un gran logro de todos los participantes en un proceso de coordinación, negociación e instrumentación, en donde se unieron los esfuerzos para el ordenamiento del desarrollo urbano, la agilización del comercio entre ambos países y el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos fronterizos.

Instrumentar un proyecto de infraestructura binacional implica, entre muchas otras cosas más, una visión integral de la zona a nivel local, nacional, binacional e internacional, así como de los procesos, en los que se incluye la gestión, negociación y coordinación con las diferentes estructuras gubernamentales de los países involucrados.

En este sentido, el reto más importante que enfrenta la zona fronteriza consiste en la continuación del desarrollo económico de la zona, a la vez que se promuevan nuevos proyectos que faciliten el intercambio comercial sin mermar la seguridad.

La única forma de acceder a ello será a través de la vía de la cooperación binacional y la búsqueda de acuerdos con base en la participación de todos los niveles de Gobierno de ambos países para encauzar las actividades binacionales de manera sectorial, de tal forma que, en su conjunto, permitan conformar la visión de una frontera única a nivel mundial gracias a su eficiencia y competitividad.

Finalmente, construir puentes y no muros debe ser una prioridad, si consideramos que la infraestructura es el pilar del desarrollo económico de cualquier nación; en el caso de la frontera México-Estados Unidos, que se consolida como la más dinámica a nivel mundial, es necesario que las acciones en materia de infraestructura sean integradas en programas interinstitucionales y al mismo tiempo binacionales dirigidas a resolver las prioridades de los gobiernos de ambos países.

Y en lo referente a nuestra región, debe consolidarse como una temática estratégica en la agenda de América del Nortecon la finalidad de incrementar el intercambio comercial y el bloque pueda ser competitivo en el comercio y la economía mundial.

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