
Hacer media hora de ejercicio aeróbico cada día no sólo tiene beneficios para el corazón, el control de peso y el funcionamiento del metabolismo; también beneficia al cerebro, al estimular la formación de nuevas neuronas.
Estudios realizados en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) han documentado que la actividad física diaria estimula que los músculos liberen una proteína llamada Catepsina b que puede entrar al cerebro y es determinante en la formación de mayor número de neuronas. Además, el mismo proceso estimula la plasticidad, lo cual puede beneficiar a adultos mayores como auxiliar para prevenir la aparición de demencia, y a los jóvenes les puede ser útil porque mejora el aprendizaje y la memoria.
El grupo encabezado por Carmen Vivar, investigadora del Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Cinvestav, se ha enfocado en comprobar la valiosa contribución que tiene el ejercicio aeróbico constante.
“Se ha visto que la actividad física tiene beneficios no sólo a nivel sistémico, al disminuir la obesidad y a nivel cardiovascular, sino también tiene consecuencias en el cerebro, tanto en el aprendizaje y la memoria, como en la depresión, al conllevar efectos antidepresivos y ansiolíticos”, explicó la investigadora.
De acuerdo con el Reporte Mundial de Alzheimer, se estima que 46.8 millones de personas padecen algún tipo de demencia en el orbe, de los cuales poco más de la mitad viven en países con economías en desarrollo, como México; una situación que se agravará de manera gradual debido al incremento de la población de adultos mayores.
Los números de la depresión son aún más graves, ya que cifras de la Organización Mundial de la Salud refieren que esta enfermedad afecta a 300 millones de personas de diferentes edades, por lo que entender a este tipo de padecimientos y buscar soluciones es un trabajo al que se han enfocado diversos grupos científicos de todo el mundo.
NEUROGÉNESIS Y NEUROPLASTICIDAD. Al contrario de lo que se pensaba a lo largo del siglo XX, estudios científicos recientes han demostrado que el cerebro adulto sí puede generar nuevas neuronas, que son las células nerviosas más delicadas y especializadas.
Los escritos del anatomista español Santiago Ramón y Cajal, de principios del siglo XX, decían que el cerebro no producía nuevas neuronas después de haber concluido el proceso embrionario y postnatal. Sin embargo, a fines de los años 90 se publicaron estudios de investigadores como el mexicano Arturo Álvarez Buylla, que trabaja en la Universidad de California en San Francisco, y Fred Gage, del Instituto Salk, en La Jolla, California, quienes vieron que el cerebro sí tiene capacidad de generar nuevas neuronas en áreas muy específicas.
Si bien son conocidos los beneficios que representa realizar una actividad física constante, fue hasta ahora que el grupo que coordina Carmen Vivar logró determinar cómo el ejercicio contribuye de manera puntual en la neurogénesis o creación de nuevas neuronas, así como en la neuroplasticidad o adaptación de las neuronas del hipocampo. Ésta es la región del cerebro donde se llevan a cabo parte del procesamiento de nuevo conocimiento, conocida como parte dorsal, y la regulación de las emociones, que es la parte ventral.
Realizar ejercicio físico, como correr al menos 30 minutos, ayuda a incrementar el número de nuevas neuronas en el cerebro, lo que además genera neuroplasticidad, a partir de que se activa el llamado factor neurotrófico derivado del cerebro.
El grupo de Vivar Estudillo pudo identificar, a partir de un estudio con modelos animales, que al realizar ejercicio el músculo libera una proteína llamada Catepsina b, la cual se sabe que atraviesa la barrera hematoencefálica y ayuda a generar más factor neurotrófico derivado del cerebro y, en consecuencia, mayor número de neuronas y neuroplasticidad.
“Estudiamos los circuitos neuronales del hipocampo de los animales debido a que ahí se regulan las emociones y está implicado en procesos de aprendizaje y memoria. En el estudio marcamos a las nuevas neuronas y a las neuronas con las que éstas se conectan y forman una red neuronal, utilizando diferentes vectores virales, y pudimos observar cómo fue significativo el incremento de nuevas neuronas en la región y cómo el ejercicio modificaba la forma en que estas nuevas neuronas se conectaban”, explicó Carmen Vivar.
De acuerdo con la investigadora, uno de los efectos más importantes de la actividad física es que en adultos mayores se ha comprobado, tras un periodo de seis meses a un año de ejercicio aeróbico, la posibilidad de recuperar el tamaño del hipocampo, ya que tiende a disminuir con la edad.
Si bien los resultados de la investigación se orientan a conocer de manera básica cómo es que contribuye el ejercicio a mejorar la memoria, aumentar la plasticidad neuronal o evitar la depresión, el objetivo es que a partir de estos resultados sea posible diseñar fármacos dirigidos a atender enfermedades neurodegenerativas o emocionales.
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