
La manía de algunas personas por arrancarse el cabello, denominado tricotilomanía, es un trastorno psiquiátrico severo, que se ha asociado con problemas de depresión, ansiedad y baja autoestima, y puede provocar desde pequeñas pérdidas hasta una calvicie severa.
La tricotilomanía, afecta entre el 0.6 al 1 por ciento de la población mundial y se presenta sobre todo en personas jóvenes de ambos sexos.
La coordinadora de la Clínica de Trastornos del Espectro Obsesivo Compulsivo del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, doctora Cristina Lóyzaga Mendoza, sostuvo que quienes tienen dicho padecimiento pueden quitarse el cabello de manera esporádica o pasarse horas haciéndolo.
Incluso, abundó, hay quienes se arrancan el vello de otras zonas como cejas, pestañas y el vello corporal.
En entrevista, la doctora Lóyzaga informó que algunos pacientes con tricotilomanía sienten la urgencia irresistible e inconsciente de arrancarse el cabello seguida de una sensación de alivio. Pueden hacerlo mientras ven la televisión, están acostados, escuchan música o estudian.
El tratamiento, subrayó, involucra la parte farmacológica, psiquiátrica y psicológica, para determinar la causa de este trastorno y otorgar una terapia para revertir este hábito. De acuerdo con el caso, se pueden utilizar métodos de barrera como cintas especiales en los dedos, gorras y diademas que los controle.
Resaltó que las personas pueden tener serias complicaciones cuando se comen el cabello arrancado (tricofagia), al ocasionar obstrucción en los intestinos.
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