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Trump presenta su plan de Paz, que beneficia a Israel y humilla a los palestinos

Es “realista”, dice, que los asentamientos en Cisjordania sean de soberanía israelí y que Jerusalén sea la capital “indivisible” v A cambio, aceptaría un Estado palestino con capital en la periferia de Jerusalén este. “No es el acuerdo del siglo, es la bofetada del siglo”: Abbás

Trump presenta su plan de Paz, que  beneficia a Israel y humilla a los palestinos

Trump presenta su plan de Paz, que beneficia a Israel y humilla a los palestinos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó ayer su esperado “acuerdo del siglo”, como él mismo definió a su plan de creación de “dos Estados”, sobre el cual, tras leerlo, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás, lo rebautizó como la “bofetada del siglo”.

Que Trump expusiese el plan acompañado de una sola de las partes, el exultante primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, refleja cuál de las dos partes del enquistado conflicto sale claramente beneficiada.

“Hoy Israel da un gran paso hacia la paz”, declaró Trump. “Es una oportunidad para que ambas partes ganen, una solución realista de dos Estados que resuelve el riesgo del Estado palestino para la seguridad de Israel”, aseguró.

El plan de Trump más que duplica el territorio bajo control palestino, pero las nuevas tierras que cedería Israel serían pobres o poco estratégicas. El futuro Estado palestino comprendería Cisjordania, agujereada por decenas de asentamientos judíos (que seguirían bajo soberanía israelí), la actual Franja de Gaza y dos pequeños territorios en la desértica frontera con Egipto. Para tratar de dar la apariencia de continuidad del Estado palestino, todos los territorios estarían comunicados mediante túneles o carreteras elevadas.

“Jerusalén es de Israel". El plan congela la construcción de nuevos asentamientos, pero pide a las autoridades palestinas el reconocimiento de Jerusalén como “capital única e indivisible de Israel", aunque aceptaría que la capital palestina fuesen los barrios árabes de la periferia de Jerusalén este (sin incluir la parte vieja y la Explanada de las Mezquitas). Además establece la consideración de Israel como Estado judío, sin posibilidad de que los expulsados palestinos puedan reclamar en tribunales sus posesiones, y que el fértil y estratégico valle del Jordán siga bajo el control militar israelí.

Para hacer digerible su plan, Trump propone inyectar 50 mil millones de dólares a la casi inexistente economía palestina, aunque una parte de la cual iría a Jordania y Egipto, los dos países árabes fronterizos y que tienen relaciones diplomáticas con Israel.

“Presidente Abbás, si aceptan este camino hacia la paz, Estados Unidos y otros muchos países estaremos allí para ayudarles”, dijo Trump, tras admitir que su Administración había sido muy favorable a Israel y asegurar que ahora deseaba que fuera “muy buena también para los palestinos”.

“Traición árabe". En respuesta, el líder palestino Abás describió “el acuerdo del siglo" de Trump como “la bofetada del siglo" e hizo un llamado a la reconciliación y a la unidad con el bando rival palestino, Hamas, que controla Gaza.

Donde no parece que los palestinos vayan a encontrar un apoyo unánime y sin fisuras es entre sus “hermanos” del mundo árabe.

Egipto no sólo aplaudió el reconocimiento de la solución “dos Estados” y el “esfuerzo” del gobierno de Trump para “acabar con el conflicto”, sino que pidió a los palestinos que “consideren” la propuesta.