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Ugur Sahin y Özlem Türeci: Los héroes del año

Los fundadores de la biotecnóloga alemana BioNTech han revolucionado el mundo de las vacunas con la tecnología del ARN mensajero, usado de manera pionera en la primera vacuna avalada mundialmente para la COVID-19.

Ugur Sahin y Özlem Türeci: Los héroes del año

Ugur Sahin y Özlem Türeci: Los héroes del año

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En un año en que el mundo ha vivido cautivo de un nuevo virus que se ha llevado ya por delante la vida de casi 2 millones de personas y ha dejado secuelas en decenas de millones más de contagiados, la necesidad de heroínas y héroes ha sido absolutamente patente. Y, en un contexto en el que, como en cualquier crisis, las teorías conspirativas, el recelo, la desinformación y, en definitiva, la ignorancia se han abierto camino en redes sociales y en el boca a oreja, la salvación solo podía venir de un lugar: La ciencia.

Tan pronto como se reportaron los primeros casos de lo que luego llamaríamos COVID-19 en Wuhan, una megalópolis de 11 millones de habitantes en el centro de China, la ciencia se puso a trabajar, y en pocas semanas había logrado secuenciar el genoma del virus para, de inicio, poder crear pruebas que permitieran saber si una persona estaba o no infectada. Este fue el punto de partida para, inmediatamente, se iniciara una corta, cortísima carrera para obtener una vacuna.

El año 2020 se recordará quizás como el año perdido, o como un año de mierda, pero también se recordará como el año en que la humanidad logró una verdadera gesta: Desarrollar una vacuna y empezar a implementarla en la población en aproximadamente 10 meses. Una vacuna, normalmente, tarda años en desarrollarse, hasta más de una década. En 2014, tras el estallido del brutal brote de ébola en África central, se empezó a desarrollar un suero inmunológico, que cinco años después, en noviembre de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pre aprobaba. Cinco años, un éxito rotundo.

Es por ello que lo que ha logrado el proyecto de la farmacéutica estadunidense Pfizer y la biotecnológica alamana BioNTech –con la colaboración de otras empresas, como la china Fosun— es histórico. Y dentro de esta historia, destacan dos figuras que jamás pensaron encontrarse de bruces con el reconocimiento internacional: Ugur Sahin y Özlem Türeci, el matrimonio de biotecnólogos dueño de BioNTech, fundado en 2008.

La pareja ya era bastante rica antes de que empezara la pandemia de COVID-19 y, de hecho, su trabajo estaba más enfocado al tratamiento del cáncer. Sin embargo, hace años empezaron a desarrollar una nueva tecnología que se ha demostrado determinante en esta crisis: El ARN mensajero. La técnica la inventó hace tres décadas la científica húngara emigrante en Estados Unidos Katalin Karikó, pero, desechada por la Universidad de Pensilvania y sin fondos, la idea quedó en el abandono hasta que BioNTech, donde Karikó es ahora vicepresidenta, la retomó y apostó fuerte por ella. Tan es así que, en una conferencia hace dos años ante colegas del sector, Sahin advirtió que, con el ARN mensajero, quizás podrían desarrollar una vacuna rápidamente si estallaba una pandemia. Y es por eso que, cuando el hombre leyó en enero un reporte sobre el nuevo virus en la revista científica The Lancet, se dijo a sí mismo: Llegó la hora de trabajar.

La tecnología del ARN mensajero (ARNm) es distinta a las de las vacunas tradicionales, que generalmente han inoculado en nuestro cuerpo versiones inertes, es decir, estériles, del virus para que nuestras células lo reconozcan, combatan y puedan reaccionar en una futura invasión. En cambio, el ARNm lo que hace es copiar parte del ARN del virus, su estructura genética interna, para transmitirla, encapsulada en una célula lipídica, hasta el interior de nuestras células, que de forma natural empiezan a copiar las proteínas del virus (en este caso, las puntas que conocemos en las representaciones visuales) para dar la señal al sistema inmunológico para que desarrolle los anticuerpos.

Esta tecnología se está demostrando tan eficaz que la comunidad científica cree ahora que puede ser la clave para desarrollar las vacunas de forma mucho más rápida y eficiente contra cualquier nuevo virus en las próximas décadas. Es decir, que BioNTech nos ha trasladado con sus investigaciones al futuro de las vacunas.

Es por ello que esta matrimonio de un turco llegado a Alemania a los cuatro años y una alemana hija de emigrantes turcos, que vive humildemente pese a su fama, ha empezado ya a cosechar premios. El diario Financial Times los designó Persona del Año a ambos. Ganaron también el German Susteinability Award, y este miércoles 23 de diciembre lograron también el Axel Springer Award, que otorga el grupo multimedios alemán, editor de Die Welt, Bild o Business Insider, entre otros. Y por todo su trabajo de enorme impacto en la humanidad ahora son, también, los héroes del año de La Crónica de Hoy.