Visión ferroviaria fronteriza; siglo XXII

Hablar de una visión en materia de infraestructura de los cruces y puentes internacionales ferroviarios de la frontera México – Estados Unidos, demanda hacer un análisis histórico desde el siglo XIX hasta nuestros días, con la finalidad de ofrecer una proyección de lo que podría representar el siglo XXII para este sector.

La visión de la infraestructura ferroviaria fronteriza en el siglo XIX se formuló a partir del expansionismo norteamericano;la idea era generar una conexión continental en donde los cruces ferroviarios sirvieran para conectar el norte con el sur del continente y las costas del Pacífico con el Atlántico.

Los primeros cruces ferroviarios entre ambos países a propuesta de Estados Unidos fueron: Cd. Juarez – El Paso, Nuevo Laredo- Laredo y Piedras Negras – Eagle Pass, con lo cual incrementó el intercambio de mercancías con los Estados Unidos, estableciendo un patrón de relación comercial único en el mundo que permanece hasta nuestros días.

El siglo XX, en contraparte, se caracterizó por la carencia de una visión en materia de infraestructura ferroviaria debido al auge que tuvo el automóvil y la infraestructura carretera, así como los conflictos nacionales e internacionales que derivaron en un cambio del modelo económico de México. No fue sino hasta la década de 1990 cuando se comenzó a formular una visión basada en el TLCAN, en donde el intercambio comercial pasó a ser la actividad central.

En este sentido, a principios del siglo XXI el país contaba prácticamente sólo con la infraestructura desarrollada en el siglo XIX y desde entonces, no había existido un proyecto con una visión estratégica en la frontera México – Estados Unidos de relevancia en el tema de ferrocarriles.

Con la construcción del proyecto ferroviario internacional Brownsville-Matamoros se inició una época de renacimiento de los proyectos de infraestructura ferroviaria binacional en la frontera México-Estados Unidos con un impacto significativo en el desarrollo urbano de las ciudades fronterizas, en donde hoy en día existen 59 puertos, de los cuales 8 son ferroviarios.

El principal reto en materia de infraestructura ferroviaria consiste en la disminución de los tiempos de instrumentación de este tipo de proyectos, haciendo uso de la tecnología y la planeación urbana que permita lograr una convivencia urbana-ferroviaria que eleve la calidad de vida de las poblaciones fronterizas.

Finalmente, la visión al siglo XXII de la infraestructura ferroviaria implica la consolidación de la frontera como una de las más competitivas a nivel mundial, lo cual demanda la creación de un sistema ferroviario, incrementar la red y la operación ferroviaria con tecnología multimodal y por supuesto, aumentar el número de crucesy puentes internacionales ferroviarios existentes actualmente.

Lo anterior permitirá la generación de un plan continental ferroviario de corredores económicos entre México,Estados Unidos y Canadá, lo cual hará del siglo XXII, el de la operación ferroviaria eficiente con alta tecnología y con un adecuado desarrollo urbano.

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