Opinión

Ver los noticieros resulta escalofriante: decapitados, desmembrados metidos en bolsas negras de basura o abandonados en vehículos a los que se les prende fuego, cadáveres que se descubren en descomposición en las ciudades

Lo que veo en el este país

Inseguridad en Culiacán

La realidad que se vive en México en medio de violencia e inseguridad — No sé los demás, pero veo un país en franco conflicto. El planeta también lo está, pero ese es otro tema a tratar. Los diarios de hoy abordan todos el caso de Genaro García Luna, a quien ayer le impusieron una pena de más de 38 años de cárcel y de dos millones de dólares. Como se sabe, el otrora secretario de Seguridad del gobierno de Felipe Calderón ha devenido en el funcionario de más alto nivel procesado en Estados Unidos. El juez Brian Cogan, que tiene cara de bueno pero es implacable, dijo que el ex secretario llevaba una doble vida, coludido con el narco. Desde luego la noticia endulzó el día de la presidenta Sheinbaum, ya que García Luna, como parte del gabinete de Calderón pertenece a la némesis de la Cuatroté.

Varios estados de la república se encuentran en llamas. El narco ha iniciado una guerra sin tregua. ¿Es culpa de los Estados Unidos por la captura del Mayo Zambada, como quiere verlo el obradorato? Todavía no podemos referirnos a ese régimen en pasado porque sigue presente. En relación a García Luna no dejo de preguntarme ¿si los testimonios en su contra fueron dados por sentenciados, convictos y criminales del narcotráfico son creíbles? Allí deben existir pactos entre los jueces y los presos: si aportan datos, les bajamos la condena. En fin, es sólo algo que me cruza por la mente desde ayer. El quid es que, según se sabe, el ex secretario de Seguridad de Felipe Calderón protegió a una organización criminal y eso lo vuelve igualmente narco. Nada lo exime, pero no hallo ninguna implicación que lo compruebe rotundamente . Su superabogado, César de Castro es experimentado en derecho penal, investigaciones corporativas, litigios comerciales y de apelación. Y apelará la decisión del juez en la Corte de Brooklyn.

Por eso, no creo que deban estar tan contentos los que construyen el segundo piso de la Cuatroté, los que gravitan alrededor de Sheinbaum y los que lo hicieron con López Obrador. No percibo el trabajo para terminar con la guerra del narco ni en la gobernatura de Rocha Moya en Sinaloa, ni en los movimientos de seguridad de los funcionarios en Guerrero, en Chiapas , en Zacatecas, en Morelos, en Veracruz. No he vislumbrado a la blanca paloma de la paz ni bajo el régimen de Andrés Manuel López Obrador, con sus visitas a Badiguarato, tierra del Chapo, a quien siempre ha llamado señor Guzmán ni en los pocos días que van del gobierno de Claudia Sheinbaum. Ya veremos si funciona la estrategia de seguridad presentada por Omar García Harfuch. Ojalá que sí. Ojalá.

¿Será que la gobernanza tiene forzosamente que pactar con el narcotráfico para llevar la fiesta en paz?

Sea como sea, durante el sexenio pasado y el recién iniciado ha habido 200 mil muertos. Ver los noticieros resulta escalofriante: decapitados, desmembrados metidos en bolsas negras de basura o abandonados en vehículos a los que se les prende fuego, cadáveres que se descubren en descomposición en las ciudades. Luego tendríamos que referirnos a los desaparecidos y a las madres y padres que buscan como almas en pena a sus hijos borrados del mapa. Leo, por cierto, la nueva novela de la escritora Laura Baeza, quien investigó mucho para escribir El lugar de la heridaeditado hace poco por Alfaguara y que aborda el secuestros de dos niñas de secundaria por jóvenes dedicados a la “trata”. La historia de las jóvenes resulta brutal, tanto como la de los padres que las buscan.

Veo un país que sufre, mientras Claudia Sheinbaum quiere que pida perdón Calderón. ¿Y luego? También que lo pidan López Obrador y ella misma. No olvidemos que el periodista estadounidense Tim Golden informó a principios de este año que muchos presos, sentenciados por narcotráfico y otros personajes de esa ralea atestiguaron que habían apoyado la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador en el 2006. A punto de iniciarse la campaña electoral de este año en México, Estados Unidos prefirió cerrar el asunto para no alborotar las aguas en su vecino país.

Veo un país cuyo gobierno desde 2018 ha mal informado con mentiras desde el podio de las Mañaneras, que ha vituperado a todo aquel periodista, comentarista que critique y exponga los errores de la Transformación (sic), que ha polarizado, que sólo ha aniquilado organismos democráticos, desde luego perfectibles, como en todo, en aras de concentrar todo en la presidencia. La reforma al poder judicial será un estacazo al curso democrático de la república. López Obrador, Sheinbaum, Monreal quieren hacer comulgar a los mexicanos con ruedas de molino. Semejante reforma, donde se escogen a los futuros jueces, que luego harán campaña para ser votados, por medio de una tómbola que reemplazará los méritos y los conocimientos, destaca como una pésima operación. Esto no es democrático, es un desastre que afectará al derecho en México. Tendremos, por lo tanto, un gobierno autoritario en el que la justicia se verá atropellada.

Veo a los ciudadanos confusos, yo lo estoy, frente a la marcha radical de estos cambios. A ver cómo se defenderán de ahora en adelante los mexicanos frente a las arbitrariedades en las que todos nos podemos hallar envueltos. La ley debe ser la ley e interpretada correctamente por quienes saben hacerlo. El derecho representa a los pueblos. OJO.

Veo un país en peligro de que ningún otro confié en él, aunque el Segundo Piso de la Cuatroté lo afirme. ¿De veras invertirán los inversionistas estadounidenses 20 mil millones de dólares en México? Habrá que confirmarlo con el tiempo.

Veo un país inseguro, la Guardia Nacional militarizada da miedo. Militares y guardias nacionales, hace unos días, mataron en dos hechos distintos a una niña de ocho años y a una enfermera de en Nuevo Laredo, Tamaulipas y a un joven. Según el gobierno fueron víctimas colaterales de ataques que los los soldados y guardias sufrieron a manos de criminales. ¿A quien deja satisfecho esta explicación?