En esta semana Pemex y CFE serán paraestatales

Plataforma petrolera en el mar
Pemex eliminó una contingencia económica de aproximadamente mil millones de dólares. Pemex eliminó una contingencia económica de aproximadamente mil millones de dólares. (La Crónica de Hoy)

Mucho ha insistido el actual secretario de Economía, Marcelo Ebrard, en que para 2026 no habrá renegociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Canadá y México, sino que será solo una revisión, que no obligará a cambios mayores; sin embargo, en Washington la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, la Representante Comercial Katherine Tail y el embajador de EU en México, Kent Salazar consideran que nuestro país ya inició una profunda renegociación al tocar puntos torales del libre comercio, en especial en energía e hidrocarburos.

En diferentes foros, el secretario Ebrard ha señalado la importancia que tiene el T-MEC para la economía regional y el aporte específico de México. Ha llegado a señalar que en una guerra comercial con China no dudaríamos en ubicarnos del lado estadunidense. Habla de los beneficios, pero no aclara la profundidad e implicaciones de los cambios que están sucediendo a nivel legislativo. Recordemos que el Senado aprobó el T-MEC y se comprometió a cumplirlo desde 1994.

Ante la impotencia de Economía de explicar los cambios, la Presidenta de México, Claudia Sheimbaun se comprometió a hacer mesas de trabajo para comprenderlas. Nada de eso ha sucedido y los cambios continuan. En esta semana, la Cámara de Senadores aprobará el retorno a calidad de empresas del Estado de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.

En términos de una política de libre mercado, que consideran Morena, partido en el Poder, como neoliberal, se van a echar abajo las reformas de 2013, en donde se les asignó a la CFE y Pemex empresas productivas del Estados (generará sus propios recursos como cualquier empresa). A partir de la próxima semana en votación, la misma Cámara de Senadores las considerará como paraestatales, (su fin es ofrecer servicios a la población sin importar si son o no rentables).

Bajo la legislación del 2013 empresas de Estados Unidos realizaron inversiones, pero a la llegada de Morena poco a poco se fueron desmantelando y muchas terminaron en juicios internacionales, en donde el gobierno mexicano fue derrotado. Los cambios que votará Morena y sus aliados por ejemplo, limitan la inversión extranjera, en donde señala que ninguna empresa podrá ser mayor que la CFE y tampoco podrá tener más del 56% del total del mercado. Se mantiene la exclusividad en transmisión de energía.

En cuanto a Petróleos Mexicanos también hay cambios y se volverá al sistema de contratos de exploración y explotación, pero donde Pemex llevará la propiedad y riesgos al 100%. Algunas alianzas para exploración, en especial aguas profundas, pero las empresas privadas no podrá considerarse dueñas. En la reforma del 2013 el gobierno federal cobraba hasta 75 por ciento de las utilidades, pero los riesgos y propiedad eran de empresas privadas nacionales y extranjeras.

Con estos cambios es imposible mantener el mito de una revisión ligera. El gobierno sostiene que respetará las inversiones, pero las condiciones, alcances y límites no serán en torno al libre mercado, sino en la regulación estatal, en donde el gobierno mexicano será juez y parte. Esto no lo explica la secretaría de Economía. Se queda en el discurso de 1992, cuando se buscaba concenso para darle viabilidad al TLC, pero de eso ya hace más de 30 años.