Opinión

Que alguien le platique al juez Cogan que el lugar del mundo con más consumidores de drogas por metro cuadro es el barrio financiero de Wall Street; que está, con tráfico, a media hora de Brooklyn.

La doble vida del Tío Sam

El Tío Sam te necesita
Tío Sam Tío Sam (La Crónica de Hoy)

Suele decirse, a nivel internacional, que ha fracaso la lucha contra las drogas. Eso depende. Si el objetivo real es que las drogas sigan circulando mientras que aumenta la capacidad de control de Estados Unidos sobre los gobiernos de los países productores y de tránsito, entonces tendría que decirse que va viento en popa.

El narco declinará, si alguna vez ocurre, cuando amaine el insaciable apetito de los norteamericanos por las drogas. Si Estados Unidos concentrara sus esfuerzos en acabar con las adicciones en su territorio, los carteles se transformarían en pandillas irrelevantes. No lo hacen porque no les interesa. Su tirada es otra. Combatir la demanda no gana votos, demonizar a los extranjeros que trafican drogas sí lleva gente a las urnas.

Los medios, la mayoría, son cómplices de la estrategia del establishment norteamericano de apropiarse de la narrativa del narco. Esa, la narrativa, es la batalla de fondo. Uno de sus voceros principales es el juez neoyorkino Brian Cogan que pontifica desde Brooklyn con marcados tintes racistas que poco a poco quedarán en evidencia. Reducir el problema a los jefes de las diferentes fracciones del Cartel de Sinaloa y sus protectores en el gobierno mexicano tiene el objetivo de debilitar al gobierno mexicano y facilitar la injerencia yanqui en nuestro país, no acabar con el consumo de drogas en Estados Unidos.

Que alguien le platique al juez Cogan que el lugar del mundo con más consumidores de drogas por metro cuadro es el barrio financiero de Wall Street; que está, con tráfico, a media hora de Brooklyn. Los empleados de las corredurías se meten de todo, cocaína a toneladas, aunque lo que está de moda son las bolsas de nicotina y el Adderall, un medicamento con receta para tratar el déficit de atención. ¿Cuántos niños con TDAH hay en Wall Street? ¿No les parece sospechoso a las farmacéuticas vender tantas botellitas en la zona?

Los que llevan una doble vida son los directivos de las farmacéuticas que por cierto también fueron los que detonaron la epidemia de fentanilo, la droga que está volviendo zombis a miles de gringos. Otros que en Estados Unidos llevan una doble vida son los directivos de los bancos. El tráfico de drogas por sí solo genera cada año 100 mil millones de dólares que fluyen a través del sistema financiero de Estados Unidos, según cifra proporcionada por Janet Yellen, secretaria del Tesoro de ese país. Me pregunto a cuántos directivos de farmacéuticas y de bancos tiene en la mira el juez Cogan. ¿Los condenaría a cadena perpetua o a pena de muerte?

El problema de las drogas es mucho más grande y la responsabilidad de Estados Unidos salta por todos lados. Van algunos ejemplos. La producción de cocaína en Colombia aumenta sin cesar. Según datos de la ONU, ya hay en ese país 253 mil hectáreas cultivadas que se transformaron el año pasado en 2,600 toneladas que es un récord histórico. La productividad aumenta, ya que es mayor en sus tres fases, cultivo, extracción y transformación. Tome nota: cada hectárea de coca produce hoy hasta dos veces más cantidad de cocaína que hace apenas un par de años. Tal parece que el objetivo real de las agencias norteamericanas que están en Colombia para eliminar el cultivo lo fomentan, no lo erradican.

La zona de mayor cultivo de droga en Colombia hace frontera con Ecuador, cuyo gobierno ya fue cooptado por los carteles. El ex presidente de ese país, Rafael Correa, ya está en la mira de la DEA. Ese es el meollo del asunto, controlar a los gobiernos y a los ejércitos de esos países. Entre tanto, los sermones de Cogan entretienen a los incautos.