Está en el ojo del huracán la decisión de un juez de entregar 4 mil 800 metros cuadrados del Bosque de Chapultepec a la inmobiliaria Trepi Sociedad Anónima.
Vámonos por partes.
El origen de este conflicto se remonta a 1992, cuando el Gobierno del Distrito Federal expropió 20 hectáreas de la zona limítrofe del Bosque de Chapultepec para declararlas suelo de conservación y valor ambiental. Sin embargo, Trepi S.A. impugnó esta decisión y, tras varios recursos y juicios, obtuvo un fallo favorable en 2004 que declaró la nulidad del decreto y ordenó la devolución del predio.
La sentencia presentaba características opacas y su implementación planteaba graves dificultades, lo que llevó a las autoridades a no instrumentarla. Desde entonces, Trepi S.A. ha utilizado diversas instancias judiciales para presionar al Gobierno de la Ciudad de México y al Congreso capitalino, incluyendo juicios de amparo y emplazamientos a cumplimiento.
El último emplazamiento, de agosto de 2024, exige al Congreso de la Ciudad de México cambiar el uso de suelo del predio de área verde a habitacional sin procedimiento y sin permitir opinar a los legisladores, con una fecha límite del 15 de octubre. La amenaza es clara: si no se cumple, se procederá conforme a la fracción XVI del artículo 107 constitucional, lo que podría llevar a la separación del cargo de la autoridad responsable y su consignación ante el juez de distrito.
Esta situación plantea preocupantes interrogantes sobre la protección del patrimonio ambiental y cultural de la ciudad. ¿Qué implicaciones tendría la entrega de este predio a una inmobiliaria? ¿Qué efecto tendría en la conservación del Bosque de Chapultepec y su entorno? ¿Qué mecanismos de participación ciudadana y transparencia se han establecido para garantizar que las decisiones se tomen con el interés público en mente?
Es fundamental que se aborden estas preguntas y se busquen soluciones que equilibren los derechos de las partes involucradas con la protección del bien común.
Por cierto:
1. OJO. El metro de la ciudad de méxico está en un momento extremadamente delicado. Según la encuesta nacional de seguridad pública urbana, seis de cada diez personas se sienten inseguras en el transporte público; y encuesta tras encuesta parecería que a los actuales jefes del metro no les ha importado. Los retrasos son cada vez más constantes, el número de elevadores sin ofrecer servicio incrementa y los conflictos entre la dirección general y el sindicato afectan a los usuarios. Esto plantea preguntas sobre la eficacia del liderazgo actual. ¿vale la pena mantener a guillermo calderón al frente del metro considerando la ambiciosa estrategia de movilidad de clara brugada? ¿será momento de renovar la dirigencia de un transporte público que mueve a millones diariamente? Si el actual gobierno quiere cambios profundos, como los ha planteado la jefa de gobierno, no creo que con el ingeniero se puedan realizar.
2. FELICIDADES. Ayer tuve la necesidad de ir como ciudadano -no periodista- al Zócalo de Gobierno Ciudadano que reúne a todas las dependencias en el Primer Cuadro de la CDMX. Fue una experiencia impresionante ver a titulares de secretarías atendiendo peticiones y respondiendo preguntas de la ciudadanía de manera organizada y eficiente. La transparencia y accesibilidad fueron evidentes, un cambio refrescante en comparación con otras audiencias públicas a las que he asistido. Me sorprendió ver a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, junto a destacados secretarios como César Cravioto, Julia Álvarez Icaza, Alejandro Encinas, Pablo Vázquez, Alejandra Frausto y al Coordinador del C5, Salvador Guerrero Chipres. Su presencia demuestra el compromiso del gobierno capitalino con la ciudadanía. La presencia de líderes clave en este tipo de eventos es fundamental para reconstruir la confianza entre ciudadanos y gobierno. Espero que continúen así, demostrando que la transparencia y el servicio a la ciudadanía son prioridades en la Ciudad de México.
Vivo la noticia, para contarle la historia
@juanmapregunta