Como es un hombre devoto al embajador Ken Salazar no le cuesta trabajo hacer como que la virgen le habla. Por eso se sorprende de que en México no haya júbilo por la forma en que los gringos se llevaron a Estados Unidos a Ismael, El Mayo, Zambada. Supone que un operativo ilegal de agencias norteamericanas, en complicidad con los Chapitos, que incluso ocasionó la muerte de una persona de alto perfil, Nemesio Cue, no merece ninguna explicación.
El gobierno que representa Ken no ha querido compartir información elemental con su país vecino y principal socio comercial. El hecho es que el Mayo ya está en una cárcel de Brooklyn y no en su guarida de los bosques de Durango. Su secuestro detonó una batalla en las calles de Culiacán, que ya afecta otras ciudades como Mazatlán. Batalla que ya supera las doscientas muertes.
El fin no justifica los medios, le dijo con acierto la presidente Claudia Sheinbaum a Ken Salazar. “No porque hayan detenido a un narcotraficante, uno no ve la manera en que se detuvo”, señaló la mandataria durante su conferencia matutina. Asimismo, reclamó el respeto a los derechos humanos, al Estado de derecho, y la soberanía. “La manera en que haces las cosas también tiene fondo, no solo es el fin”. “Entonces, yo creo que es parte de lo que estamos planteando, no es la detención per se, sino cómo se hizo”, agregó la jefa del Ejecutivo Federal.
El procedimiento importa. Vale reiterar que el objetivo del gobierno norteamericano es manejar la narrativa del narco para endosar culpas por todo el mundo, comenzando por México, pero sin asumir ninguna responsabilidad, cuando ellos el núcleo del problema.
La SCJN al CEN de Morena
La controversia sobre la Reforma Judicial se ha vuelto encarnizada al interior de la coalición gobernante. La oposición está al margen, como si su reino no fuera de este mundo. La decisión de Marko Cortés, todavía presidente del PAN, de irse a Europa justo en estos días a practicar turismo político, ilustra de manera nítida cómo los partidos políticos de oposición han tirado la toalla, dándole la espalda a los ciudadanos que votaron por ellos.
Sin una figura dominante del peso de López Obrador en el escenario, los morenistas se sienten con las manos libres para promover sus intereses personales y actúan en consecuencia. Cada uno lleva agua a su molino. El resultado es que no queda claro cuál es el interés real del gobierno federal, el de Claudia Sheinbaum, en este tema, porque no parece ser el mismo de los coordinadores parlamentarios ni tampoco el de las ministras morenistas de la SCJN, que ya se dan pisotones entre ellas ante la posibilidad de asumir la presidencia del Poder Judicial sin importar que hayan plagiado su tesis o que la política, y no las leyes, sea su campo de acción.
Con la soberbia del sobrado poder, legisladores morenistas acusan a los ministros de la Corte de falta de ética. El burro hablando de orejas. Con la anunciada renuncia en bloque de los ministros de la Corte que no pertenecen a la 4T se abre la posibilidad de que se cumpla el sueño dorado de AMLO, que de la Suprema la formen once Lenia Batres. O sea que el Poder Judicial se convierta en una secretaría más del Comité Ejecutivo Nacional de Morena.
Nótese que en ningún momento se habla de que los ciudadanos accedan de manera expedita a una mejor justicia. No se dice porque esta maniobra tiene el propósito primario, casi único, de que la 4T asuma el control político del Poder Judicial, lo demás es lo de menos.