Opinión

De Donald Trump líbranos, Señor

Escándalo Donald Trump sigue sin condenar los insultos contra los boricuas pronunciados en su mitin del domingo en Nueva York (ERIK S. LESSER/EFE)

La elección presidencial en Estados Unidos está en el centro de la atención mediática en todo el mundo. Se trata de la primera potencia económica y militar, de modo que hay que darle seguimiento puntual a lo que ocurra. Las decisiones que se toman en el Salón Oval repercuten a nivel global.

México se juega mucho en la elección de mañana. Uno de los temas de la campaña ha sido la frontera entre ambos países, el trasiego de droga y el arribo de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos a través de México. Para atraer votantes se pusieron sobre la mesa muchas propuestas, varias de ellas francamente disparatadas y peligrosas, como enviar a los marines a capturar capos o emprender la mayor deportación de la historia, lo que pondría a nuestro país contra las cuerdas.

Como es del dominio público compiten Kamala Harris, actual vicepresidenta, y el magnate Donald Trump, que ya fue presidente y quien durante su mandato se ensañó con la dupla AMLO-Ebrard de quienes hizo escarnio público en múltiples ocasiones. Las encuestas están muy parejas, de modo que hoy mismo, a menos de 24 horas de la jornada electoral, no se puede adelantar un resultado.

La democracia norteamericana es de las más defectuosas del mundo. Es de las pocas, acaso la única, donde puede ganar un candidato a pesar de tener menos votos. En los últimos tiempos ha ocurrido. Precisamente Trump llegó a la Casa Blanca a pesar de obtener tres millones de votos menos que Hillary Clinton, aunque usted no lo crea. Ocurre así porque se trata de una votación indirecta donde los estados de la Unión son los que finalmente determinan al ganador.

Para México sería una pesadilla el regreso de Trump. Hubo un momento, en el arranque de su anterior administración, cuando parecía que se le iría a la yugular a nuestro país, que el gobierno de Peña Nieto comenzó a buscar por todo el mundo ayuda de potencias como China para poder defendernos. Hoy puede sonar exagerado, pero por unos meses el gobierno se sintió acorralado. El actual canciller Juan Ramón de la Fuente dijo que México está preparado para cualquier escenario. Más nos vale.

La moneda mexicana ha resentido la palabrería de Trump y un triunfo suyo, por todo lo que ha dicho, haría que la comunidad financiera internacional comenzara a tener dudas sobre el futuro del país. Como en el sistema gringo la gente puede hacer donativos en efectivo a las campañas, los magnates han soltado cifras estratosféricas. Elon Musk, el más ferviente admirador de Trump -Dios los hace y ellos se juntan- ya soltó 119 millones de dólares y quedó expuesto como un potencial enemigo de México.

Glifos

Hablando de millonarios, Jeff Bezos, de Amazon, rompió con una tradición de décadas del periódico The Washington Post, que ahora es de su propiedad, y le ordenó retirar un editorial en el que se pronunciaba a favor de la candidatura de Kamala Harris. Fue una forma, por demás, descarnada, de mostrar que los intereses empresariales están por encima de la línea editorial sostenida por ese diario. Los negocios van primero. Bezos dijo que lo hizo para ser imparciales y habló de la “brecha de credibilidad” que padecen de los medios tradicionales. Los directivos del periódico reconocieron el derecho del dueño a fijar una postura, pero le reclamaron que una decisión editorial de ese tamaño no se tomara hace un par de años, y no pocas horas antes de la elección, lo que detonó muchas suspicacias. El Post perdió en horas 200 mil suscriptores. Mientras tanto, su principal competidor, The New York Times, manifestó que Trump es una amenaza para la democracia. El tema requiere una reflexión profunda de la gente vinculada a la prensa.

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