A pesar de las agrias y largas críticas al sexenio de Carlos Salinas y al neoliberalismo, su gran obra, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, es el sostén del país en los económico, inversión extranjera y generación de empleos. Ni siquiera el auge del petróleo en los años 90s. puede compararse con los beneficios del llamado T-MEC -Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá-, de tal suerte que la propia Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo señaló que ha sido un gran éxito a lo largo de 30 años de existencia. Es más México no puede vivir sin el convenio.
El T-MEC es la máxima obra del corto verano del neoliberalismo mexicano, acompañado de un esfuerzo por impulsar la democracia, libertad de expresión y el Estado de Derecho. Muchos analistas y políticos piensan que las grandes obras sexenales definen a los sexenios, en donde se apuestan grandes sumas de dinero como una petroquímica, tren o aeropuerto para elevar la imagen del presidente en turno.
Si hacemos una comparación de lo que nos costaron las grandes obras del sexenio pasado, entre lo que destaca el salvamento de Pemex y la Refinería Dos Bocas, con lo que costo el Tratado de Libre Comercio, el diferencial es enorme. Si comparamos lo que nos dejan las obras con lo que rinde el T-MEC, pues tampoco hay punto de comparación. Sólo el año pasado la balanza comercial entre México y Estados Unidos fue a nuestro favor por 225 mil millones de dólares y las obras del anterior sexenio todavía hay que terminarlas y subsidiarlas.
El Tratado Comercial de América del Norte no tuvo costo para México, al contrario, desde el primer día atrajo inversiones, nuevas marcas comerciales, fusiones, adquisiciones, empleo formal, actividad económica, pago de impuestos. Hoy vemos, que la producción petrolera decae de manera dramática, de no tener el T-MEC México estaría en severos apuros, con un nivel de desarrollo muy cerca del cubano.
No existe ningún político de cualquier partido que rechace el T-MEC y la gran lección es que los mexicanos podemos generar riqueza sin tener que pagar carretadas de dinero, que sólo hay que crear las condiciones para la inversión. Hoy vemos que para el 2025 México deberá pagar sólo de intereses por la deuda 1.3 billones de pesos, es decir, más del 3% del PIB, sin contar pago al capital. Una cifra jamás soñada ni en tiempo de pesadilla. Se hicieron las obras faraónicas a cuenta y riesgo de los mexicanos y ¿cuál ha sido el beneficio?.
Los mexicanos debemos sacar provecho de esta gran experiencia que ha sido primero el TLCAN y ahora el T-MEC, una obra que no costo dinero al erario público, que, al contrario, catapultó a México. Es aquí donde está la respuesta que el Premio Nobel de Economía 2024, James Robinson inicia en su libro: ¿Por qué Nogales, Arizona prospera y porqué Nogales, Sonora es tierra de narcos?, ¿Por qué Corea del Sur crece y Corea del Norte no, si al final es una misma población? ¿Por qué México tenía una buena relación con EU y Canadá como socios comerciales y ahora parecen nuestros enemigos?, ¿Por qué George Bush papá decidió unir su comercio con México y ¿porqué Trump nos quiere cerrar fronteras y mandar a su ejército?. ¿Porqué?...