Con las votaciones la semana pasada, en la Cámara de Diputados, para desaparecer a 7 órganos autónomos, se esfuman los contrapesos más importantes que se habían creado, tras muchos años de esfuerzos, por parte de políticos de oposición y grupos de presión de la sociedad. El oficialismo de la 4T, consolida con esta acción, un poder absoluto similar al que existió en los tiempos del viejo PRI, que estuvo por cerca de 70 años en el poder.
Durante la década de los años 90 se fueron conformando distintos organismos autónomos, con la idea de poner a México en sintonía con los sistemas de gobierno de países desarrollados, en una visión global de la economía y al tiempo que México empezó a participar en asociaciones de comercio globales como el GATT-Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles, durante el gobierno de Miguel de la Madrid, lo que contribuyó a que nuestro país, celebrara más adelante acuerdos comerciales con la Unión Europea.
Un hecho que influyó en la creación de estos organismos, fue la firma del TLCAN en 1992, durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, quien tuvo el acierto de impulsarlo desde 1994, año que entró en vigor. Este tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, ha sido el factor principal en el destacado desarrollo de México como país exportador de manufacturas y muchos otros productos. Aun cuando este período ha sido satanizado por el gobierno actual, poniéndole la etiqueta de neoliberal, logró colocar a México como la economía mundial número 14.
Entre los años 92 y 99 del siglo pasado, se crearon la COFECE, BANXICO, IFE y la CNDH; ya en el presente siglo, a partir del 2002 y hasta el 2013, nacieron el INAI, INEGI y el IFT. Estos nuevos organismos autónomos se fueron consolidando a raíz de que se alcanzó la alternancia en el poder ejecutivo en el año 2000. Afortunadamente los más importantes no se tocaron, el Banco de México, creado en 1993, con la misión principal de conservar la estabilidad macroeconómica y controlar el comportamiento de la inflación, y el Instituto Nacional Electoral, INE, antes IFE, cuya creación en 1990 ha dado certeza a los procesos electorales federales, estatales y municipales, cuya organización y conteo de votos, en el pasado, eran controlados desde la Secretaría de Gobernación.
El Banco de México nunca entró en la polémica sobre su posible desaparición. Lo cierto es que pocos legisladores morenistas entienden su función e importancia. Pero en el caso del INE si se presentaron intentos para su modificación en un organismo dependiente del gobierno.
Esos intentos del oficialismo en el gobierno anterior fracasaron ante las protestas expresadas por una importante movilización de la sociedad; sin embargo la idea de controlarlo, de alguna manera persiste dentro de las corrientes duras de Morena. Pero como la nueva presidenta, la señora Guadalupe Taddei, que tomó el lugar de Lorenzo Córdova, resultó cómoda para el gobierno de la 4T, que habría maniobrado hábilmente para que fuera una persona simpatizante de Morena, al haberlo logrado, esos intentos se han calmado de momento, aunque la amenaza subsiste.
La desaparición de los siete organismos como entidades autónomas, que ciertamente constituían un contrapeso ante los poderes ejecutivo y judicial, nos regresa al México de hace 50 años, cuando el presidente concentraba todo el poder y de la misma manera que lo que ocurre hoy, contaba con mayoría calificada en las dos cámaras y un poder judicial supeditado a las decisiones presidenciales. Como lo dijo el sábado pasado el ministro Luis María Aguilar, que culminará su período de 15 años en la corte, el próximo 1 diciembre, con los cambios en el Poder Judicial realizados por Morena, México regresará a la época del viejo PRI, donde los ministros se cuidaban de no molestar al Presidente de la República con sus sentencias.
Por los compromisos firmados en el T-MEC, cuya revisión se acerca, el oficialismo se cuidó de no desaparecer del todo a la COFECE y al IFETEL, por lo que se estarán asimilando como órganos desconcentrados, y con aparente independencia de las Secretarías de Economía y Comunicaciones.
Ningún movimiento por poderoso que sea, puede ir en contra de la tendencia mundial, más temprano que tarde las circunstancias de la economía global, donde nuestro país es importante jugador, obligarán al estado mexicano a ponerse a tono con las democracias más desarrolladas del planeta.
@fer_martinezg