Más de 500 años después de ser sugerida por Thomas More en su obra Utopía, la posibilidad de una renta básica para todas y todos está crecientemente vigente como una acción de política social del siglo XXI, de nueva cuenta desde la capital nacional.
Ante uno más de los zócalos capitalinos llenos por el impulso político social de Clara Brugada, en una tradición de movilización social, territorial y de programas sociales iniciados por Andrés Manuel López Obrador hace 20 años, el Gobierno de la CDMX lanzó la primera etapa de un programa innovador.
A diferencia de los subsidios focalizados, el Ingreso Ciudadano Universal (ICU) se dirige a ciudadanas y ciudadanos en el prólogo de la adultez mayor. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, más de una tercera parte de las personas mayores de 55 años no tiene ingresos en América Latina y El Caribe, y la brecha salarial entre hombres y mujeres aumenta con la edad.
En su Utopía (1516), More, hombre de diversos y enormes talentos a quien algunos historiadores decididamente colocan como precursor del llamado “socialismo utópico”, sugirió la correlación entre felicidad y una renta modesta a partir de sencillamente contar con una porción de la abundancia colectiva para no padecer por las justificadas exigencias de una esposa, hijo o hija en pobreza. El tema cobró relevancia en la década de 1960 con Milton Friedman y su propuesta de “impuesto negativo sobre la renta”, consistente en proporcionar a todas y todos los ciudadanos un apoyo básico financiado por los ingresos nacionales.
Es también una noción respaldada por la ONU y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe como parte de las estrategias para enfrentar crisis sociales y económicas exacerbadas a raíz de la pandemia de Covid. Entre 2017 y 2018, Finlandia proporcionó 560 euros mensuales a ciudadanos desempleados; los resultados indicaron mejoras en el bienestar mental y una mayor disposición para aceptar empleos temporales. Brasil destacó con el programa Bolsa Familia, que sin ser un ingreso universal, implementó transferencias monetarias condicionadas para reducir la pobreza extrema.
La capital nacional es vanguardia en política social y contribuye significativamente con los más de 14 millones de beneficiarios en el país. Como Jefe de Gobierno y Presidente, Andrés Manuel López Obrador priorizó las transferencias monetarias directas para reducir la pobreza y fortalecer el bienestar. Desde la CDMX, Claudia Sheinbaum impulsó becas para niñas y niños o programas como Jóvenes Construyendo el Futuro.
Brugada instruyó el ICU para personas de 57 a 59 años, con una primera base de 20 mil beneficiarios de un apoyo de 2 mil pesos bimestrales, con la intención de alcanzar en 2030 la totalidad de la población objetivo. El próximo año, la Presidenta Sheinbaum iniciará la entrega de apoyos a mujeres de 60 a 64 años y la Jefa de Gobierno reforzará este plan al extenderlo a hombres de ese mismo rango de edad.
El ICU en la CDMX es manifestación de un IQ político desafiante para otras entidades.
Incidentes
Cuidado con la mala fe de quienes quedan fuera de licitaciones.
En estos días se vio involucrado en medio de un conflicto de particulares el contralor de la Ciudad, Juan José Serrano, litigante esmerado designado por Claudia Sheinbaum, entonces Jefa de Gobierno, para ese encargo. El tema no es menor. El problema es entre las empresas ganadoras y perdedoras de la licitación de vales de la CDMX. El problema surge por impulso de la licitante perdedora, la cual de manera injustificada acusó, sin tener pruebas, al Contralor de haber acudido a un partido de la NFL nada menos que al palco de la ganadora. Es falso. El funcionario asistió pagando sus boletos por sus propios medios. Se los ha mostrado a varias personas del primer nivel de gobierno. Yo también los vi.