Canadá y Estados Unidos acusan a México de sostener una relación indebida, casi pecaminosa, con China. Quieren al dragón chino lo más lejos posible de América del Norte. Le temen. Muestran su miedo insultando a México. Como no pueden con el grandote se ensañan con el chico. Trump y Trudeau, aunque con modales políticos diferentes, están cortados con la misma tijera.
Con un tufo racista que trasciende fronteras, líderes de varias provincias canadienses demandan incluso sacar a México del T- MEC por permitir en su territorio actividad económica china. Presionan de manera tan torpe que lo que hacen es que cada vez más gente en México piense que la carta china es nuestra mejor herramienta de negociación. A un negociador rudo, como Trump, otro rudo y medio. No me refiero a Sheinbaum sino a Xi Jinping.
Si no los dominaran las inclinaciones supremacistas, los líderes de Canadá y EU comprenderían que lo mejor es mostrarle a México las bondades de mantener a China lo más lejos posible; de hecho, formar un bloque para competir con posibilidades de éxito contra del dragón rojo que es, quién lo diría, el nuevo adalid mundial del libre comercio. Un país formalmente comunista convertido en locomotora del libre comercio mundial. Hay que reescribir los conceptos básicos del materialismo dialéctico, pero esa es otra historia.
Ante la embestida de gringos y canadienses, el gobierno del Segundo Piso de la 4T acusó recibo poniendo orden en los negocios chinos con mercancías sin documentación, o sea piratas. Eso son minucias, en el otro nivel, el de las grandes ligas, la presidenta Sheinbaum dijo que no hay nada firme en el plan de establecer en México una mega planta de la empresa BYD, dominante en el terreno de los coches eléctricos. A las pocas horas Ray Zou, presidente de operaciones de BYD en nuestro país, dijo que avanzan los planes de la empresa para construir una planta en territorio mexicano. Planean producir 300 mil vehículos cada año y crear aquí, de un golpe, 10 mil nuevos empleos. Que alguien nos explique.
Construye tus sueños
BYD es un acrónimo para Built Your Dreams. A pesar de tener relativamente poco tiempo de operación, BYD ya revolucionó la industria del automóvil a nivel mundial, gracias a que domina soluciones integrales de energía cero emisiones. Fabrica autos eléctricos e híbridos. Es líder mundial en el segmento de vehículos híbridos enchufables. Apenas en el 2005 la empresa impactó el Salón del Automóvil de Detroit con su auto totalmente eléctrico. No solo está en el negocio de los autos, también en tránsito ferroviario, energías renovable y electrónica. Ya tiene presencia en 400 ciudades de todos los continentes. Su batería Blade es una de las patentes más importantes del Siglo XXI.
Para el gobierno de EU la competencia china en la industria automotriz puede llevar incluso a la extinción de la industria del automóvil en ese país. De ese tamaño es el desafío y de ese tamaño es el miedo. Los autos eléctricos chinos les dan toques. Lo que están haciendo muy mal canadienses y americanos es maltratar a México e insultar a los mexicanos. Las economías de América del Norte son por naturaleza complementaria. Si trabajan juntas pueden incluso, en poco tiempo, terminar con el problema de los semiconductores que les dieron a los chinos una ventaja estratégica durante la pandemia de COVID.
La mano de obra mexicana es de lo mejor del mundo. En lugar de aprovecharla, políticos de Canadá y EU buscan tratar a México como un arrimado a su asociación económica. Si siguen por ese camino pagarán cara su soberbia. Lo primero es que le bajen dos rayitas a los insultos, que haya trato respetuoso, como es obligado entre socios comerciales. A plazo corto nos pondrán contra las cuerdas, pero a la larga perderán.