El caso de Izazaga 89 puso al descubierto que las aduanas mexicanas son una coladera por la que pasa de todo y sin medida. Detrás de las toneladas de chucherías asiáticas confiscadas está el mensaje de las aduanas siguen siendo, como en el pasado, una cantera de nuevos ricos. A nadie deben extrañar los señalamientos de que también entran, mientras los supervisores hacen como que la virgen les habla, precursores de fentanilo y otros productos letales.
En el operativo se decomisaron casi 300 mil artículos chinos, pero también de Malasia, Vietnam, Indonesia, Bangladesh. Marcelo Ebrard, titular de Economía, ratificó lo que todos sospechaban, la mercancía incautada no solo ingresó al país de manera ilegal, sino que también incumplió regulaciones económicas y de licencias, evadiendo disposiciones legales aplicables. Son productos que viajaron 13 mil kilómetros desde su lugar de origen hasta el Valle de México donde se comercializa, dejando una estela peligrosa de descontrol y corrupción, que suelen ir juntos, y que algunos ingenuos pensaron que había terminado.
Cuando en el sexenio pasado se sacaba el pañuelo blanco del fin de la corrupción no se mencionaban algunas excepciones relevantes, como el personal de aduanas, con uniforme o de civil. La Plaza de Izazaga está cerrada hasta nuevo aviso, pero hay otras docenas de establecimientos en el Centro Histórico que venden fayuca como si nada. Cualquier comerciante de Tepito saben dónde están las bodegas clandestinas donde se guardan los productos chinos y quienes controlan el negocio. Es cosa de que alguien se acerque, les pregunte y se actúe en consecuencia Ese contrabando cae en terreno fértil porque los productos se venden a precios muy accesibles.
Claro que los comerciantes están molestos porque se perderán las fiestas de navidad que suelen dejar espléndidos rendimientos, pero lo que importa es poner el ojo en las aduanas, todas, pero podría empezarse por los del Pacífico. La limpia podría arrancar en Lázaro Cárdenas, Manzanillo y Guaymas. Junto a los artilugios de Hello Kitty, también se cuelan, pagando el soborno, armas, dinero, drogas. ¿Cada cartel tiene su aduana de cabecera? Pudiera ser que los funcionarios estén bajo amenazada de muerte de los grupos delictivos que los ponen ante el dilema de plata o plomo, donde la plata gana en el 99 por ciento de las ocasiones.
Queda planteado un desafío mayúsculo para las autoridades de la alcaldía Cuauhtémoc y para el gobierno central. Si hay departamentos diseñados para vivienda que se usan como bodegas clandestinas hay que terminar con eso a la brevedad posible. Lo que se requiere es voluntad política. Detrás de todas estas irregularidades están los grupos delincuenciales de siempre, agrupados en eso que se conoce como Unión Tepito, donde hay de todo, y que tienen protección garantizada. La nota firmada por el reportero Jorge Aguilar en Crónica es imperdible. Ofrece detalles que la autoridad conoce sobradamente pero que ha dejado pasar por una complacencia interesada. Aduanas en las costas y bodegas clandestinas en el altiplano. Si alguien se decide a seguir la ruta del dinero desmontará un mega operativo de contrabando.
Glifos
Verónica Delgadillo, alcaldesa de Guadalajara, encontró una solución definitiva para el servicio de camiones recolectores de basura del municipio. Se comenta que hay hartazgo en la capital de Jalisco por el juego sucio de la empresa Caabsa Eagle, actual concesionaria de la recolección. Para que esa empresa quede fuera de la jugada la alcaldesa Delgadillo anunció que el municipio tendrá sus propios camiones, de modo que es el fin de las presiones e intentos de boicot. El manejo de la basura en un servicio a la comunidad antes que un negocio de particulares.