La reunión de este mediodía en la Base Naval de Acapulco será noticia de primera plana. Ya están en el puerto los 31 gobernadores y la jefa de Gobierno de la CDMX para sostener una reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum y los integrantes de su gabinete de seguridad.
El secretario García Harfuch dejó Culiacán y viajó con el gobernador de Sinaloa, Rocha Moya, al puerto en donde desde ayer se desplegó un operativo de seguridad para blindar las instalaciones navales y las rutas hacia el aeropuerto. Incluso en la Costera ya se realizan desde ayer recorridos de la Guardia Nacional.
El gobierno del Segundo Piso de la 4T empezó el sexenio pisando fuerte en materia de seguridad, pero para todos es obvio que los mandatarios estatales tienen que hacer su parte si se pretende avanzar más rápido. Convocarlos a sumar esfuerzos, y no ser solo testigos de piedra, será parte central del encuentro en Acapulco.
Los escoltas de Yunes
Para blindar a Yunes Márquez los mandos morenistas del Senado se asumen como una línea defensiva para que la oposición no lo toque. Son sus escoltas. Lo acompañan a todos lados, hasta le dan aventones para que no maneje.
El otro día publicaron una foto en la que Yunes, el voto que hace la diferencia, va con Adán Augusto y Fernández Noroña en una camioneta con una mueca que parece una sonrisa.
Hasta hace muy poco tiempo esa imagen sería impensable, ya que ese y los otros Yunes eran acérrimos rivales de Morena, incluso le hicieron la vida de cuadritos a la candidata morenista por Veracruz a quien injuriaron hasta cansarse.
Pero la política da vuelcos dramáticos, para muchos inexplicables. Ahora los morenistas cuidan a Yunes como padres celosos a una hija quinceañera, no quieren que nadie le diga sus verdades.
El estado 51
La obsesión por aparecer un día sí y otro también en los medios para que no decaiga entre sus seguidores el entusiasmo por el regreso a la Casa Blanca, hace que la cadena disparates de Donald Trump tenga cada día un nuevo eslabón.
El más reciente es un desplante para psicólogo porque propuso que México se convierta en un estado más de la Unión Americana. Igual y lo hace para ahorrarse su otra ocurrencia, la de las deportaciones masivas, porque al ser México el estado 51 ya no habría razón para expulsar a los migrantes mexicanos que en automático serían, como el resto de nosotros, ciudadanos estadounidenses. Ya no habría necesidad de tramitar visas.
México sería el estado más grande y poblado de EU, con mayor población que California, Texas y Florida juntos, por lo que su votación podría decidir quién sería presidente de ese país. ¿Habrá Trump reparado en eso? Ya veremos lo que se le ocurre hoy, porque con Donald nunca se sabe.
Oportunidad para la paz
El cambio de gobierno en Chiapas, la llegada al cargo de Eduardo Ramírez Aguilar generó un nuevo ánimo, más resuelto, para darle una oportunidad a la paz en ese estado fronterizo que tanto ha sufrido en los últimos años.
Las omisiones sistemáticas del pasado quedaron atrás. Hoy hay participación. La cooperación entre los niveles de gobierno logró distender la situación en Pantelhó que estaba a punto de estallar.
Ya hubo lo que podrían denominarse “acciones de paz”, como hablar con las familias, mostrar el apoyo de las fuerzas federales y el trabajo político del gobierno estatal. No se festina nada, sería irresponsable, pero si alivia que la paz tenga una oportunidad.