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Mañana se acaba el año y cuando todavía se perciba el eco de las campanas del fallecido diciembre, la secretaría de Hacienda, cuyos colmillos superan en filo a los de Nosferatu, Drácula o cualquiera de los familiares del Wurdalak ruso --según los llama Alexei Tolstoi a quien no debemos confundir con León, cuya “Guerra y paz” es tan larga como el rosario de promesas incumplidas de la Cuarta Transformación y su Magna de diez pesos--, nos regala el primer gasolinazo del Segundo Piso.
Todos quedamos entoncces, con el alza del IEPS, con el cuello bien inclinado, dispuesto al banquete vampírico de la ya dicha secretaría del tesoro nacional, y por tanto alabaremos al bienechor gobierno cuya honesta morigeración en el gasto --en cuyo ejercicio no caben ni corrupción o dispendios---, le permite ufanarse de haber logrado una marca altísima en la recaudación (recaudación es sinónimo de succión vampírica; ordeña de la vaca ciudadana o --decía Palillo--, afán de pulpo chupeteador), como nos dicho la señora presidenta en los últimos días de este moribundo año.
“ (EoL).- La presidenta Claudia Sheinbaum destacó que en el último año se elevó la recaudación del SAT en 445 mil 284 millones de pesos para alcanzar los 4.916 billones, lo que representa un cinco por ciento más sin necesidad de una reforma fiscal o haber aumentado impuestos”.
Todos recordamos el rostro satisfecho de nuestra titular del Ejecutivo, quien nos ofrece una lección de buen gobierno. El éxito es recaudar; no explicar cómo se distribuye el gasto, aun cuando ya sabemos, casi la quinta parte de todo esto se destina a los bienhechores, benefactores y persuasivos programas socio electorales.
Pero ya si se habla de recaudación, veamos cómo queda ese asunto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), cuya amplitud abarca el tabaco y las bebidas dulces embotelladas:
“Gasolina Magna (menor a 91 octanos): 6.4555 pesos por litro
“Gasolina Premium (mayor o igual a 91 octanos): 5.4513 pesos por litro
“Diésel: 7.0946 pesos por litro
“El precio de las gasolinas está principalmente influenciado por los mercados internacionales. Sin embargo, para proteger a las familias de la inflación y la volatilidad, el gobierno federal aplica estímulos fiscales que consisten en subsidiar (a veces) parcial o totalmente un impuesto semanalmente”.
MARTIN LUIS
Cómo obsequio de año nuevo le comparto esta reflexión sobre el poder. Se debe a la pluma de Martín Luis Guzmán en su obra “La sombra del caudillo” (¿Le suena?)
“…Estamos hablando con el corazón en la mano, Hilario, no con frases buenas para engañar a la gente. Ni a ti ni a mí nos reclama el país.
“Nos reclaman (dejando a un lado tres o cuatro tontos y tres o cuatro ilusos) los grupos de convenencieros que andan a caza de un gancho de donde colgarse; es decir, tres o cuatro bandas de politiqueros... ¡Deberes para con el país!...
Pero Jiménez estaba ya de vuelta en el terreno de la sinceridad. Con ella replicó:
-Franqueza por franqueza. Yo no creo lo mismo, o no lo creo por completo. Mis andanzas en estas bolas van enseñándome que, después de todo, siempre hay algo de la nación, algo de los intereses del país, por debajo de los egoísmos personales a que parece reducirse la agitación política que nosotros hacemos y que nos hacen.
“…En el campo de las relaciones políticas la amistad no figura, no subsiste. Puede haber de abajo arriba, conveniencia, adhesión, fidelidad; y de arriba abajo, protección defectuosa o estimación utilitaria.
“Pero amistad simple, sentimiento afectivo que una de igual a igual, imposible. Esto sólo entre los humildes, entre la tropa política sin nombre.
“Jefes y guiadores, si ningún interés común los acerca, son siempre émulos envidiosos, rivales, enemigos en potencia o en acto.
“Por eso ocurre que al otro día de abrazarse y acariciarse, los políticos más cercanos se destrozan y se matan. De los amigos más íntimos nacen a menudo, en política, los enemigos acérrimos, los más crueles…”