Opinión

2025, subir al Segundo Piso de la 4T

2025

La larga sombra de López Obrador cubrió todo el 2024. Esto a pesar de que hace tres meses salió de los reflectores cotidianos, pero no del poder. El año que termina tuvo el 5 de febrero su fecha distintiva. Ese día, Andrés Manuel presentó su llamado Plan C. A partir de ahí condujo el buque de Morena para llegar a un puerto seguro que hiciera realidad su plan. El día de agosto que el INE aprobó que la coalición oficialista tuviera mayoría calificada fue el banderazo de salida y en esas andamos.

El país termina el año con una Constitución diferente, que no es poco decir. Una Constitución ideada por López Obrador para que su movimiento afianzara un poder prácticamente total que recuerda obligadamente el poder que tuvo el PRI en el siglo pasado. Morena ganó, entre tanto, la elección presidencial por tres razones básicas, la popularidad de AMLO, el trabajo impecable de Sheinbaum tanto en el espectáculo de las corcholatas como en la campaña presidencial, y la eficacia de los programas sociales, comenzando por el de ayuda a las personas de la tercera edad. El paquete de programas sociales son las políticas públicas más eficaces en décadas para generar lealtad electoral.

Casi ninguna encuesta le atinó a la increíble ventaja de Morena y al hecho que puede considerarse histórico de que la doctora Sheinbaum haya sido la política más votada. Incluso obtuvo más votos que los que recibió López Obrador en el 2018 lo que para muchos, me incluyo, parecía algo imposible. Claudia misma bautizó a su gobierno como el Segundo Piso de la 4T, con lo que recordó la construcción del Segundo Piso del Periférico, tarea que le encomendó Andrés Manuel cuando era jefe de Gobierno.

También le puso Segundo Piso porque recorrerá la misma ruta, pero metros arriba donde la circulación es distinta. EL 2025 será el año para que Claudia y los suyos, que no son tantos en el gabinete, suban al Segundo Piso y hagan un gobierno que los distinga y dejen su propia marca en la historia. Le aguardan a la vuelta de la esquina múltiples desafíos mayúsculos entre los que no se encuentra, de manera por demás curiosa, la oposición política formal que atraviesa por una etapa de desconcierto que ya se extiende demasiado. No solo son minoría en las cámaras, sino que les ha costado mucho diseñar una nueva narrativa que les permita, llegado el momento, competir con la aplanadora oficialista y sacarle algunos triunfos.

Pero el gobierno tiene otros desafíos mientras sube al Segundo Piso. El primero es local y es el de la inseguridad. La estrategia seguido a lo largo del sexenio pasado, sintetizada en la frase “Abrazos, no balazos” fracasó. Su logro más visible es que las bandas criminales de empoderaron en todo el país. Traficaron más drogas, extorsionaron a todos, acumularon más poder de fuego y lavaron carretadas de dinero sin que nadie los molestara. Hoy se les combate, pero devolverle la paz a las comunidades que las perdieron tardará todavía mucho tiempo.

El otro desafío, ya lo adivinó usted, se llama Donald Trump, que descarrilar al país, incluso puede intervenirlo militarmente. Cualquier cosa puede ocurrir. El 20 de enero Donald y sus halcones regresan al Despacho Oval de la Casa Blanca para un mandato de 4 años, o sea casi todo lo que durará el Segundo Piso. El legado de la doctora Sheinbaum como primera mujer en la Presidencia de la República, dependerá de la forma en que consigue lidiar la embestida de Trump. Esa es la misión central del gobierno del Segundo Piso de la 4T para el 2025.

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