Queridos Reyes Magos (Melchor, Gaspar y Baltasar). Sé que esta carta que les envío es mucho pedir, sobre todo considerando que nunca he creído en su existencia, en la de ninguna deidad, ni en los fenómenos sobrenaturales. Pero, dicen que pedir no empobrece y en caso de que ustedes se tomaran la molestia de concederle sus pedidos a este escéptico, podrían ganar un nuevo fan para su lista.
Mi primera petición tiene que ver con la paz del mundo. El año pasado fue horrible para varios países, en especial para Ucrania, Israel y Palestina, en donde están ocurriendo guerras que pensábamos que, después de la Segunda Guerra Mundial, ya estarían superadas, pero veo que no. Aunado a esto, dentro de unos días tomará el mando del país más poderoso del mundo un narcisista grosero e ignorante, como uno que ya tuvimos aquí, pero este si tiene un ejército de a deveras y está amenazando con declarar a ciertos grupos de México como terroristas, lo que abre posibilidades que no quiero ni mencionar.
Mi segunda petición tiene que ver con mi país. Aquí también está ocurriendo una guerra, aunque más bien de tipo guerra civil. Hay muchos muertos por violencia todos los días y el asunto no parece tener fin. Cargarle la culpa a un presidente inepto de hace tres sexenios no sirvió para resolver el problema, por lo que seguir con la misma estrategia se antoja como mala idea. Tenemos una nueva presidenta de la que espero haga algo, o al menos, que no se baje de su coche para ir a saludar a los parientes cercanos de los que se supone que son los enemigos, lo que evidentemente revelaría cosas inaceptables.
Ya en el terreno de mi profesión, mi tercera petición es que la recién estrenada Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, encuentre la brújula que perdieron en el sexenio pasado y rescate a este organismo del desastre que hicieron. Espero que se recobre el interés por hacer la ciencia competitiva y dejar de distribuir los recursos en forma discrecional a sus conocidos. Mejor volver a hacerlo con base en convocatorias para someter proyectos que sean evaluados por pares y así, se financien los mejores. Les pido también queridos Reyes que la evaluación del Sistema Nacional de Investigadores vuelva a priorizar la generación de conocimiento como el eje de la evaluación porque, miren que darle el mismo peso a un artículo publicado en Science o Nature que, a un artículo de divulgación en los medios o una entrevista de radio, no puede servir para mejorar la ciencia que se produce en el país.
También en mi campo profesional, les pido que le hagan ver a los gobernantes que la salud no puede ser gratis. Alguien lo tiene que pagar. Me parece espléndido que no sean los pacientes y menos quienes no tienen recursos, pero de algún lugar tiene que salir el dinero para eso. Me preocupa la divergencia entre el mensaje y la realidad. Dicen que la medicina debe ser gratuita, pero le recortan los recursos al sector salud. Al menos llévenle a cada uno una calculadora para que hagan las cuentas.
Ya algo más personal, les pido que este año les traigan a mis alumnos buenos resultados en sus proyectos que les permitan avanzar con sus tesis doctorales. Verán, son jóvenes muy talentosos que necesitan avanzar en sus programas para que encuentren su camino hacia el éxito profesional, pero dependen en buena medida de que sus resultados sean originales, interesantes y publicables.
Como lo dije al inicio, les prometo que, si me traen para este 2025 estos regalos, me convertiré en un crédulo de la magia, de ustedes y los iré a visitar a la Alameda cada año desde ahora.
Dr. Gerardo Gamba
Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e
Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM