Opinión

Mexicana, el gran fracaso

Un avión de Mexicana en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
Avión de Mexicana de Aviación Avión de Mexicana de Aviación (Cuartoscuro)

{De haber sido una aerolínea exitosa, la tercera más antigua del mundo y orgullo de México, la nueva Mexicana estatal, que sólo conserva de aquélla la marca y logotipo, está hoy al borde de la quiebra. A un año de existencia, inició operaciones a fines del 2023, acumula adeudos, una demanda en Estados Unidos por falta de pago en la renta de la mayoría de su flota, que de estar conformada por 10 aeronaves, se ha quedado sólo con 2, y se ha visto obligada a cancelar la mayor parte de sus rutas por falta de pasajeros.

Su participación de mercado no llegó al 1% y parte de su declive se ha debido a que no ha logrado una ocupación promedio arriba del 50% para poder lograr rentabilidad en sus operaciones.

En el mundo existen varias aerolíneas que tienen participación del estado fuerte pero que han sido manejadas con responsabilidad para ser rentables y no una carga permanente para el erario. Un ejemplo destacado es Air China con una flota de 490 aviones y donde el gobierno tiene una participación del 54%, otra es la aerolínea bandera de Turquía, Turkish Airlines, la tercera más grande del mundo por el número de destinos que sirve, con una flota de 340 aeronaves y donde el estado mantiene una participación del 50% aproximadamente.

Otro ejemplo de una gran aerolínea totalmente del gobierno de Dubai, es Emirates, que durante el año pasado registró una ganancia superior a los 3 mil millones de dólares. Aunque con una participación menor cercana al 30% tenemos a Air France, aerolínea emblemática europea.

Todas estas grandes aerolíneas con mayor o menor participación estatal han tenido éxito porque su creación y desarrollo se sustentó en un plan de negocios, que asegurara una operación rentable para poder competir con éxito en el mercado. Y es que la aviación como industria compleja, para ser exitosa requiere un equipo humano altamente capacitado, sobre la base de una infraestructura que cuente con la flota adecuada a la operación de sus rutas, lo más homogénea posible para que su mantenimiento sea menos costoso.

Asimismo, se debe poner énfasis en el análisis de las rutas y organización de los itinerarios, las ventajas competitivas debidamente planeadas por su área comercial, el sistema de reservaciones y atención de pasajeros en las áreas de documentación, la capacitación y actualización de pilotos, sobrecargos, personal de tierra, sobre todo las áreas de mantenimiento que son cruciales. En suma, se trata de una industria donde no se puede improvisar y la contratación de personal tendrá que hacerse sobre la base del profesionalismo y la experiencia.

Por la compra de la marca y logotipo, el gobierno de López Obrador ofreció 815 millones de pesos, de los cuales ha pagado 407, adeudando hasta la fecha 408 millones. Este dinero, aunque no alcanzó, se utilizó para pagar liquidaciones de pilotos, sobrecargos y personal de tierra que quedaron desprotegidos por la quiebra de la aerolínea hace ya 13 años.

Hasta la fecha Mexicana ha resultado un verdadero fracaso, se ha mantenido gracias a las inyecciones de miles de millones de pesos que el estado ha tenido que proporcionar para mantenerla en el aire. Su planeación estratégica, si la hubo, ha resultado en un gran fracaso. Se ha manejado por personal sin experiencia en la industria, lo que la orilló a cancelar más de la mitad de sus rutas que operaba desde el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), muy bonito pero ubicado lejos del área metropolitana de la CDMX y sin los accesos necesarios para llegar a él.

Lo que hubiera sido un acierto es que su operación se enfocara como aerolínea regional y alimentadora de las aerolíneas bien posicionadas en el mercado para que fuera complementaria del sistema aeronáutico nacional con operaciones rentables, para no ser una carga al erario que finalmente pagamos todos los mexicanos.

Su destino es incierto, con tan sólo 2 aviones debe servir a 9 destinos: Chetumal, Ciudad Victoria, Mazatlán, Mérida, Palenque, San José del Cabo, Tijuana, Ixtepec y Tulum.

Esperemos que el estado pondere cuidadosamente la conveniencia de seguir manteniendo a Mexicana en el aire, a base de subsidios. Durante este año el alto déficit financiero del gobierno requerirá de un gran esfuerzo para sortear las dificultades presupuestarias, como importante reto para el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.

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