Opinión

Uñas y dientes nos defienden

Uno de los biógrafos de Mao cuenta la más audaz de sus respuestas ante los riesgos de guerra contra los Estados Unidos cuando en el siglo pasado la tensión hacía hervir las aguas en el estrecho de Formosa.

“…China es un país pobre, pacifista y sin armamento suficiente. Si los Estados Unidos quieren soltar sus bombas atómicas sobre nosotros, podrán matar a veinte o treinta millones de chinos. No importa, con el tiempo repondremos nuestra población y ellos quedarán marcados para siempre como los mayores genocidas de la historia.”

Sin llegar a esos extremos los mexicanos sufrimos hoy una catarata de amenazas, dicterios y obscenidades por parte del inexplicable gobierno de los Estados Unidos. Nuestra reacción ha sido de incesante recordación. A cada palabra del excéntrico y desmesurado presidente estadunidense le repetimos nuestra soberana, independiente, digna y limpia condición de país libre. Libérrimo.

Pero como eso no es suficiente, hemos desplegado ejércitos de abogados americanos de cuya eficacia, de antemano, ya hemos dudado. Tanto como para consolar a nuestros futuros repatriados con un viático de dos mil pesotes para cuando lleguen a estas tierras cuyos brazos los aguardan abiertos de par en par como el dintel del paraíso espera a los justos.

Y si eso no fuera suficiente, poseemos un arma oculta: la potencia defensiva del senador Gerardo Fernández Noroña, ante quien Atila, el Huno, viene resultando un Gandhi de las estepas.

Gerardo Fernández Noroña CIUDAD DE MÉXICO, 08ENERO2025.- Gerardo Fernández Noroña, presidente de la mesa directiva, durante la primera sesión ordinaria de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en la que se realizaron posicionamientos y se decretó la declaratoria de reforma constitucional del dictamen que prohíbe el uso de vapeadores y el uso ilícito de fentanilo, y discusión de la agenda política: pronunciamiento relativo a las declaraciones del Presidente electo de los Estados Unidos de América, Donald Trump. FOTO: MARIO JASSO/CUARTOSCURO.COM (Mario Jasso)

Con el ceño duro, la voz firme y el ánimo decidido, don Gerardo ha secundado a don Guadalupe Victoria cuando en Oaxaca arrojó su espada en prenda:

“México no aceptará (R) que Estados Unidos determine que los grupos del crimen organizado sean considerados como terroristas, porque eso implicará que pretendan intervenir militarmente en México… ”

“…Es un hecho grave que (Donald Trump) insista en, unilateralmente, determinar que los grupos del narco son terroristas, porque con esta figura han pretendido justificar la intervención militar en otros países. No lo vamos a aceptar de ninguna manera. Estados Unidos, si quiere resolver el problema de la droga, debería empezar por su territorio, donde la distribución de droga se da sin mayor obstáculo…”

Bueno, pues ya lo sabe el señor de Washington: “no lo vamos a aceptar”.

Lo extraño es el entorno geopolítico. Aceptar o no aceptar resulta irrelevante cuando ya se ha firmado la Orden Ejecutiva cuyo texto –unilateralmente, es cierto--, les impone a los carteles la condición terrorista con cuyo encasillamiento el presidente de Estados Unidos puede aplicar Muchas medidas, incluyendo en el extremo la intervención militar.

No está sujeto a ninguna aprobación. Por eso es unilateral. Y si mañana quisiera decirles extraterrestres, también lo haría. La insania imperial es así.

“El legislador federal aseguró –y esa es yo creo nuestra arma secreta-- que los morenistas defenderán la independencia de México “con uñas y dientes, de allí no nos vamos a mover un milímetro”.

A estas alturas uno se pregunta por qué no sacaron las uñas y mostraron los caninos cuando en un acto flagrante de violación fronteriza, ni siquiera de este horrible gobierno incipiente, los gringos ser llevaron al Mayo Zambada a Estados Unidos donde lo tienen en sesiones de canto favorables nada más a sus intereses.

Posiblemente la amenaza dental y de filo ungular no estaba lista en aquellos días no tan lejanos, en los cuales el quejicoso caudillo de todos ellos exigía (sin exigir con actos concretos) una explicación a tan evidente perjuicio de la integridad de nuestra soberanía, a quien hoy defiende Don Gerardo de manera tan vehemente y por lo visto, intrascendente.

Ahora los morenistas ya tienen dispuesta la dentadura y los dedos armados –nos ha dicho uno de los más aguerridos de entre ellos--, para lanzarse como fieros digitígrados en contra de ¿quién? Para evitar los hechos ya ocurridos.

--¿No sería mejor tomar las cosas en serio?

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