Opinión

Entre populistas te veas

Donald Trump
Donald Trump Presidente de Estados Unidos

Los populistas son personajes impresentables. Ya he escrito en este espacio que da igual si son de derechas o de aparente izquierda. Ambos gobiernan de formas semejantes, escandalizan con sus conceptos y decisiones. Vuelvo al presidente Trump en esta su segunda presidencia de los Estados Unidos.

El senador demócrata por el estado de Vermont, Bernie Sanders, escribió en su cuenta de Twitter (X), hace pocos días ”que la batalla de nuestro tiempo se concibe entre una clase en el poder que defiende la codicia, la oligarquía y el autoritarismo contra los movimientos progresistas que creen en una democracia y economía vibrantes, en la justicia racial y del medio ambiente. Se trata de una lucha que, por el futuro de la nación (Estados Unidos de América) no podemos perder”. Sanders, de 83 años, se ha concebido siempre como un socialista. No siempre estoy de acuerdo con él, pero su voz es una voz opositora frente al vendaval que ha provocado la nueva presidencia del republicano Donald Trump, que tiene al mundo en ascuas.

Lo cierto es que, como apunta el senador Sanders, no solo son otros países los que se preparan para no caer en las garras de Trump y defenderse de ellas sino que también dentro de los Estados Unidos se visualizan un presente y un futuro poco halagüeños. No se trata nada más de los inmigrantes latinos indocumentados que Trump trata de echar de la Unión Americana a como dé lugar, lo cual será un cataclismo humanitario dentro y fuera de Estados Unidos, sino del ciudadano estadounidense común y corriente a quien le pega esta presidencia autócrata, estravagante y desquiciada. Por ejemplo, al programa Medicare, un seguro médico federal que cubre los serviciosde salud de las personas de 65 años o más, que incluye también a gente con discapacidad o insuficiencia renal, Trump le baja el presupuesto, lo mismo que a Medicaid, un programa también de seguro médico para gente con bajos ingresos. El asunto también afecta a las escuelas y a las universidades, pues parece que, por lo pronto, se congelarán los fondos para la educación. En cuanto a los apoyos de vivienda para grupos con bajos ingresos sucede lo mismo, se está a la expectativa de lo que decida hacer el gobierno de Donald Trump con los fondos federales. La vivienda se ha convertido en un problema grave en los Estados Unidos. Millones pagan el 50 ó 60% de su sueldo en hipotecas. Y ni hablar de lo que sucede en Los Ángeles después de los masivos incendios. Los dueños de casas en renta se han convertido en especuladores despiadados luego de los siniestros y han subido hasta 300% las rentas.

En general, reina la confusión en estos momentos en los Estados Unidos.

La batalla por detener o aminorar el cambio clímático, vital para la supervivencia del mundo actual, es algo que no le interesa en lo absoluto a Donald Trump. “Drill, baby, drill!” (“Perfora, nena, perfora”, que fue un slogan utilizado por la Convención Nacional Republicana de 2008 por el vicegobernador de Maryland). Eso quiere Trump, volver a al imperio de los combustibles fósiles, al petróleo, justo cuando el planeta necesita transitar hacia las energías renovables. Lo mismo planteó López Obrador en su momento. En cuanto al sistema de Salud en México éste fue golpeado por los caprichos y la poca ayuda por parte del expresidente morenista. Trump, además, acudió a sus amigos petroleros para que financiaran su campaña.

De todos es sabido ya la aportación de Silicon Valley a la candidatura de Donald Trump. Como ustedes saben, se trata del área de la bahía de San Francisco, sede de muchas compañías emergentes y globales de tecnología. Apple, Facebook y Google , entre otras a destacar. El más conspicuo empresario de fuentes tecnológicas es el sudafricano, Elon Musk (nacido en Pretoria en 1971), hoy administrador del Departamento de Eficiencia Gubernamental de la Casa Blanca, el mismo que, según parece, hizo un saludo nazi durante la toma de posesión de Donald Trump. Los dioses nos protejan de estos billonarios como Musk, Mark Zuckerberg, CEO de Meta, Jeff Bezos, presidente de Amazon, quienes, como decía en el pasado artículo estuvieron a la vera del hijo de Trump y Melania, Barren Trump, todos ellos con un desarrollado IQ y empresarios exitosísimos.

En el obradorato no hubo gente tan destacada, tuvimos, eso sí a la doctora María Elena Álvarez Buylla como directora del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías, una bióloga que nunca logró crear con su equipo la vacuna Patria contra el Covid, que abjuró del maíz trasgénico, como hace la propia primera presidente mujer de nuestro país, la doctora Claudia Sheinbaum. El paso de la doctora Álvarez Buylla por el CONACYTH resultó realmente truculento.

Todo lo que tuvo que ver, y en el sheimbradorato no ha habido cambios, con respecto a Salud es brutal: hoy siguen faltando medicinas, varios hospitales auspiciados (sic) por el IMSS y el ISSSTE están en condiciones deplorables, mientras la presidente y su equipo, en lugar de resolver un problema tan importante, se dedican a concebir planes (probablemente imaginarios) para revertir las decisiones de Trump que podrán afectar a nuestro país.

En cuanto a uno de los aspectos fundamentales de los gobiernos, las leyes, tanto Trump como el obradorato y sus corolarios bajo la administración de Claudia Sheinbaum es el desprecio por la leyes. “No me vengan con que la ley es la ley” dijo el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando arremetió contra los ministros de la SCJN por declarar inconstitucional e invalidar el candado de 10 años para que los funcionarios de mando superior puedan trabajar en la iniciativa privada después de concluído su cargo.

Donald Trump firma decretos a diestra y siniestra sin atenerse a la legalidad , aunque difícilmente podra irse contra la Constitución, mientras Claudia Sheinbaum puso en marcha la Reforma Judicial, propuesta por López Obrador, en conturbio con la mayoría del Congreso amañado por MoReNa, y la compra del voto a favor de dos personajes clave, uno del PAN y el otro de Movimiento Ciudadano, amén del de uno de los ministros del mismo SCJN Judicial. Fue un escándalo, pero un escándalo se borra con cualquier otro escándalo en este país.

En fin, entre populistas te veas para entra a un mundo de mentiras y enredos, donde lo que se afianza es la mano negra del AUTORITARISMO.

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