Opinión

La Era Trump: Causas y efectos (III)

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El presidente Donald Trump

Donald Trump, o más precisamente “los Donald Trump de la actualidad” – Orbán, Bukele, López Obrador, Meloni o Milei, entre otros – no son producto de la casualidad política o accidentes electorales. El modelo de liderazgo político de estos personajes, si bien es carismático, no tendría viabilidad en cualquier momento o frente a condiciones que hasta hace poco hubiéramos considerado como “normales”. Son las circunstancias específicas por las que atraviesa una sociedad en un tiempo determinado las que han hecho posible el ascenso al poder de personajes de este talante. ¿Qué provoca que líderes de este tipo no solo alcancen los máximos espacios en la toma de decisiones de sus países, sino que lo hagan con un apoyo mayoritario de la sociedad? Con las especificidades de cada caso, es claro que las causas son las mismas. Veamos.

Sociedades enmarcadas en crisis éticas. En otras oportunidades hemos mencionado el concepto a esto como “el vaciamiento cultural de los valores de occidente”, que no es otra cosa que la subvaloración de aquello que da sustento a los derechos humanos para dar preminencia al individualismo, a lo efímero y a lo material, por encima del colectivismo, lo trascendente y lo esencial de las personas.

Alto nivel de polarización en la sociedad. Las sociedades a la que personajes de este tipo terminan gobernando suelen estar profundamente divididas y enfrentadas entre sí, bien sea por aspectos sociales o culturales, étnicos o raciales, políticos o ideológicos. Estas diferencias no solo dividen a la población en opinión, sino que incluso la llevan al enfrentamiento en lo físico.

Sentimientos de amenazas por parte de “enemigos” externos. Carl Schmitt, uno de los grandes constitucionalistas del siglo XX por sus planteamientos teóricos, pero no por sus ideas políticas – fue uno de los principales referentes jurídicos y políticos de Hitler – utilizaba este concepto, el de enemigo, para referirse a todo aquél que osara pensar diferente al régimen. Hoy, los enemigos parecen ser los extranjeros, los pobres, los homosexuales y tantos más, sobre todo por ser discordantes, pero también por provocar, según estos líderes, problemas de inseguridad.

Condiciones económicas complejas o, incluso, críticas. Nada unifica más a las personas en contra de un gobierno o régimen establecido que aquello que impacta de forma negativa al bolsillo. Antes de Bukele, la pobreza y precariedad en El Salvador era el gran tema, lo mismo que la posible recesión y el gran déficit público en Estados Unidos antes de Trump.

Aparición de liderazgos radicales con discursos extremos. Los líderes que se asemejan a Donald Trump no son producto del desarrollo político tradicional, sino que surgen como respuesta o reacción a regímenes y gobiernos débiles y tambaleantes, ya sea por situaciones económicas como la que hemos descrito o por la imperante corrupción que les caracteriza. Para posicionarse, basta construir un discurso extremo y ser intolerante en sus posturas políticas, siempre desde la reacción a lo que ellos, junto con una parte importante de ciudadanos, consideran que está mal.

Propuesta de un nuevo comienzo a partir de apelar a la grandeza del pasado. Make America Great Again, el lema de la campaña de Donald Trump es claro ejemplo, pero lo mismo el regreso a los viejos valores italianos impulsado por Meloni o la recuperación de la tradición húngara frente a la modernidad de Orbán. Construir el futuro a partir de la grandeza que alguna vez tuvo aquella sociedad, aun cuando esta no sea coincidente con los nuevos tiempos.

Las causas principales son las que hemos mencionado, pero no son la únicas. La construcción de líderes populistas autoritarios que buscan secuestrar la democracia es actual, pero no es nueva. Quizá lo diferente a otros momentos es la virulencia con la que este tipo de liderazgos comienzan a emerger y la articulación que empiezan a tener entre ellos como una suerte de “no alineados” a lo que consideran como “la política tradicional”, que no es otra cosa que una democracia liberal a la que parecen endilgarle culpas y responsabilidades de la situación de la que rescatarán a sus ciudadanos. En nuestra próxima entrega, abordaremos los efectos de este tipo de liderazgos.

Profesor y titular de la DGACO, UNAM

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com

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