Opinión

Espías sin conflicto

Gary Powers

En el año 1960, en auge de la “Guerra fría”, el mundo se tensaba en el amenazante equilibrio atómico. La Unión Soviética y los Estados Unidos competían en varias pistas: una para conquistar el espacio y la otra para dominar ideológica y económicamente al planeta.

La URSS despareció sin ganar esas guerras.

En el juego del frágil balance de entonces, el espionaje aeronáutico de alta tecnología jugó un papel importante.

En aquel año, precisamente, la URSS abatió un avión de registro fotográfico remoto el U.2 piloteado por Gary Powers cuya vida se convirtió en una de las grandes historias del siglo XX.

Reclutado por la CIA, Powers, quien sobrevivió al derribo de su avión, podía –y debía-- vola por encima de los 70 mil pies. Los aviones de turismo suben a 40 mil y el supersónico Concorde cruzaba el Atlántico a 60 mil.

Estos datos son significativos porque exhiben cómo el espionaje aeronáutico no se realiza a baja altura, como se ha visto en el reciente mini escándalo del avión espía sobre México, superior, de lejos, a aquellos U.2 de la guerra helada.

Los espías, por naturaleza, no se dejan ver.

Trabajan en la oscuridad, la sombra sigilosa y la nula visibilidad. Lo demás, son faroles para asustar a un país amedrentado.

La pregunta sobre el espionaje se responde sola. Los Estados Unidos no espían sobre Badiraguato o Los Mochis: lo hacen –desde siempre--, sobre todo México.

Por eso, una vez más, esta columna recibe al señor general secretario de la Defensa, Ricardo Trevilla, quien ha hablado en la mañanera sobre este tema:

--…CNN reportó un aumento en vuelos de espionaje a cárteles mexicanos con el despliegue de al menos 18 misiones de reconocimiento en la frontera sur de Estados Unidos y en el espacio internacional aéreo de Baja California.

“¿Qué información tiene el Gobierno de México sobre estas acciones?

--Son en su territorio. No sé, General, si quiere comentar algo sobre estos vuelos…

--“(RT). - “Pues no lo podemos descartar (el espionaje) porque no sabemos qué es lo que hicieron. Ellos no violaron el espacio aéreo nacional… Los vuelos que se han realizado, los que menciona el periódico, nosotros nada más tenemos ubicados a dos: uno, el 31 de febrero y otro el… No, uno el 31 de enero, perdón, y otro el 3 de febrero.

“Esos vuelos han sido en espacio aéreo internacional. El avión que ha realizado los vuelos no apaga su transponder, o sea, cumple con la normatividad internacional.

“Todos los vuelos civiles son controlados por la AFAC, la Agencia Federal de Aviación Civil. Los vuelos militares los autoriza la Secretaría de la Defensa Nacional. Hay un Centro Nacional de Vigilancia Aérea…no hemos recibido solicitudes para que aviones de ese tipo sobrevuelen el espacio nacional.

“El resto de vuelos que ha autorizado la SDN son los normales: aviones de carga que van a centro, Sudamérica; algunos aviones que han aterrizado en el país, pero que, precisamente, en acuerdo con la SDN, se llevan a cabo actividades autorizadas en ocasiones por el Senado cuando traen tropas para efectos de adiestramiento…”

De acuerdo con el gobierno mexicano, los Estados Unidos sólo espían en el espacio vacío.

Y ya si hablamos de aviones misteriosos, hubo confusión por estas palabras del secretario García Harfusch en torno del secuestro de “El Mayo” Zambada.

“…podemos adelantar que: esta persona (el detenido Mauro) , en efecto, es piloto de confianza del líder de la célula delictiva que tiene que ver con la privación ilegal de la persona que fue entregada en Estados Unidos.

“…En Culiacán, Sinaloa, derivado de trabajos de inteligencia, personal de la Secretaría de la Defensa Nacional detuvo a Mauro “N”, identificado como piloto aviador y operador clave de una organización delictiva, además de ser hombre de confianza del líder del grupo delictivo…”

Más claro, ni el lodo.

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