
Lo han pregonado en todos los tonos posibles: por primera vez en la historia (palabra favorita de la 4-T en cualquier piso): tenemos a la primera mujer en la suprema comandancia de las Fuerzas Armadas, lo cual proviene de sus facultades constitucionales entre ellas, nombrar y remover a los integrantes de su gabinete, pues el Ejecutivo resulta (todos lo sabemos y a veces padecemos), el único poder unipersonal en este país, pero ahora resulta lo contrario: los empleados del equipo presidencial actúan alegremente por su riesgo y cuenta (como miente Omar García Harfuch, secretario de Seguridad), y hasta despojan a la presidenta (con A), de la vista y nos dicen frente a decisiones de extrema y trascendencia e importancia en la relación bilateral con los Estados Unidos y su orate en el despacho Oval de la Casa Blanca, ella no tuvo nada que ver, ante lo cual uno se pregunta: ¿es posible movilizar más de tres mil elementos de todas las armas, Marina, Defensa, Guardia Nacional y cuanto hay, sin conocimiento de la jefa?
No puede ser de esa manera, especialmente cuando el traslado, entrega, regalo, tributo, ofrenda o como se le quiera llamar a la expulsión repentina de los capos ya presos, cuyo confinamiento poco podría permitir en cuanto a la inseguridad nacional, resulta de una fina labor de coordinación con los mandones estadunidenses quienes hilan delgado hasta lograr la colaboración(¿rendición, sumisión, claudicación?) de las ya dichas instituciones mexicanas puestas al servicio de sus necesidades y hasta sus caprichos, porque ya conocemos al yanqui insaciable, no tiene llenadera cuando se trata de imponerse a toda costa y de costa a costa, y sin alguien lo duda pues pregúntele al presidente de Ucrania a quien Trump echó del ovalado despacho, con la celeridad de los mexicanos para mandar por exprés a Caro Quintero a quien le esperan sufrimientos sin fin porque no lo quieren juzgar ni encarcelar en Estados Unidos, lo quieren matar como venganza por el asesinato del Kiki Camarena, un espía muerto con sevicia por el capo y sus secuaces, con ayuda (obviamente), de alguno de los funcionarios mexicanos de aquel tiempo, pero no divaguemos, mejor volvamos a la cosa esa tan fea de negar la intervención presidencial como si se le quisieran quitar los reflectores ante posibles repercusiones negativas por los saltos jurídicos, y preguntemos, ¿se trata de cuidar a la presidenta --innecesario si no hubiera evidencia de atropellos jurídicos punibles o al menos censurables--, o de despojarla de la capacidad de autorizar, coordinar o siquiera enterarse de las cosas determinadas por su gobierno?, excepto si no fuera su gobierno, si de veras, como dice Don Omar (supuestamente fidelísimo), se tratara de un gabinete AUTÓNOMO de Seguridad pero si es de esa manera, podemos aplaudir la rapidez para hacerse del poder quienes nos advirtieron durante meses de un “golpe suave”; pues ahora la suavidad queda a la vista, y con su afectada seriedad (insuficiente para disimular su crónico nerviosismo cuando habla en público), OMG acata la instrucción de su jefa y ofrece la explicación de las cosas ordenadas, a ese mismo gabinete (con disimulo innecesario) cuya autoridad no existe sin la anuencia presidencial, así pues, Don Omar: si quiere cuidar a su jefa hágalo de otra manera, pero no les diga a los mexicanos ni mucho menos a los gringos de la increíble ceguera Ejecutiva, pues poco favor se le hace a quien no se toma en cuenta, ni en cuento (¿cómo es eso: no tuvo nada que ver?, no la chifle si es cantaba, por favor, pero dejemos eso de lado por ahora, lo importante son los resultados no las meteduras de pata estilo don Alejandro Gertz quien desde la fiscalía se hace bolas justificantes con el quinto artículo de la Ley de Seguridad Nacional, sin relación alguna entre el regalo de los presidiarios convictos y algunos confesos con las causales de agravio a la seguridad nacional, porque ¿cómo pueden ofender la seguridad de la Nación quienes viven tras las rejas?, no se la elongue, don Alex.
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