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De poco ha servido el gran esfuerzo que ha desplegado el equipo del gabinete de seguridad que preside la presidenta Claudia Sheinbaum, con el decomiso de toneladas de droga, detención de centenares de criminales y destrucción de laboratorios y lo de mayor impacto, el traslado, la semana pasada, de 29 líderes criminales de alto perfil.
Dentro del grupo de criminales enviado a Estados Unidos se encontraba, nada menos que Rafael Caro Quintero, involucrado en el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en febrero de 1985, Antonio Oceguera, hermano del líder del cártel Jalisco, Vicente Carrillo Fuentes, hermano del Señor de los Cielos, 8 integrantes de los Zetas, los sanguinarios capos Zeta 40 y Zeta 42, todos narcos de alta peligrosidad.
Estos hechos, demuestran ante propios y extraños que la estrategia de “Abrazos, no Balazos”, quedó atrás, para bien del país. Y como dijo el fiscal Gertz Manero, se decidió su traslado para evitar que algunos jueces corruptos, los dejaranen libertad. Por ello es necesario que México construya un sistema de justicia, capaz de juzgar y condenar a sus propios criminales, para no depender de lo que decidan en Washington. México ha externalizado la justicia, de suerte que los norteamericanos se llevan las cabezas, el narco se rearma, las víctimas se olvidan y el ciclo se reinicia.
No hay justicia plena en nuestro país si el único lugar donde se castiga a los narcos es en las cortes de EU. Si el nuevo poder judicial que se votará en junio se diseña para obedeceral poder político, perderá su capacidad de actuar con independencia, esperemos que eso no ocurra para justificar todo el proceso y galimatías en la elección de los jueces, magistrados y ministros.
Que bueno que estos 29 narcos trasladados, que no extraditados, dejaron las cárceles mexicanas, donde vivíancomo reyes a base de billetazos y serán tratados como lo que son, criminales de alta peligrosidad.
A pesar de estos hechos inéditos, donde en dos meses se ha hecho más de lo que se hizo en años, parece ser que el señor Trump no está satisfecho y goza viendo a México postrado y en serios apuros por lo que puede venir con la aplicación de los aranceles a partir de este día.
Afortunadamente la Presidenta Sheinbaum ha dado muestras de inteligencia y cabeza fría al hacer ver al magnate presidente, que los aranceles aplicados a un país que es su socio principal, también los afectará seriamente al elevar los costos de miles de productos, procedentes de México que consumen los estadounidenses y elevará el nivel de la inflación, tema muy sensible para el norteamericano de clase media.
Sheinbaum le ha señalado claramente a Trump, que lo conveniente es fortalecer el importante bloque económico,con base en el T-MEC, integrado por México, EU y Canadá, que constituye hoy por hoy una de las zonas económicas de mayor potencial a nivel global. Lo imperativo es construir acuerdos de beneficio recíproco cediendo donde se tenga que ceder pero sin poner en juego el progreso de la región.
También le ha señalado que el problema de las drogas no sólo es de México, y que EU debería llevar a cabo una campaña de prevención para evitar el excesivo consumo. Que si en alguna parte existe una relación con los cárteles es precisamente allá, puesto que las armerías han reconocido que más del 70% de las armas que venden son a los criminales mexicanos, armas de alto poder que se internan a México de contrabando.
Nunca se ha sabido que las policías norteamericanas hayan detenido a los capos que en sociedad con los mexicanos, hacen llegar las drogas y el fentanilo a las calles de las principales ciudades de ese país.
El problema no es sólo es de México y para contenerse tendrían que impulsarse acciones conjuntas que México está dispuesto a tomar de acuerdo con estrategias que los dos gobiernos diseñen para acabar con ese flagelo.
@fer_martinezg