Opinión

Aeronáutica: lo urgente y lo importante

Un avión aterriza en una pista de aterrizaje mojada
Antes del despegue, se realizó el tradicional baño del avión Antes del despegue, se realizó el tradicional baño del avión (Aeroméxico)

La subsecretaria de Transportes de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Tania Carro, dijo la semana pasada que este mismo año habrá una política de Estado en materia de Aviación. Esta que es una muy antigua demanda de la industria lleva años tratando de concretarse y ha perdido, tal vez, los mejores años de su vida reciente en hacer foros, comentar, discutir, no estar de acuerdo y demás.

Algo similar se espera de la política de Estado en materia de Industria Aeroespacial que, en algún momento, se comentó con funcionarios de la Secretaría de Economía y que, como ha pasado también varias veces, se ha quedado en intenciones aunque, afortunadamente, la industria aeroespacial se defiende sola, en parte porque está muy integrada en un mundo global que ni Trump podría romper y en parte porque existe una enorme unión entre las diversas empresas que es, en muchos sentidos, un ejemplo para varios sectores industriales, pues caminan con una visión integral y todos juntos para hacer crecer su presencia en el país y en el mundo.

Pero hacer una política pública, una que logre concitar el apoyo de diversos sectores y que permita tener un rumbo común no es algo fácil. Se supone que el gobierno tendría que ser el principal promotor de algo semejante, porque ello implicaría que se instalen empresas en el territorio del país, que haya un horizonte de largo plazo donde todos los actores de esa industria tengan un rol y puedan generar empleos y divisas.

Lo que sucede es que las administraciones duran poco y las industrias mucho. No obstante, gracias a una política de este tipo, con acciones concretas en favor del crecimiento de los sectores productivos, podrían lograr lo que todo gobierno promete cada vez que hay una campaña: inversión, empleo, crecimiento económico, bienestar para las regiones del país, conectividad, generación de divisas… etc.

En realidad, es cuestión de que se lo propongan de verdad. Lo que suele suceder es que lo urgente no deja tiempo para lo importante, mucho qué resolver y poco tiempo y recursos para planear.

Tanto el transporte aéreo como la industria aeroespacial son sectores mega globales. Además, una depende de la otra porque sin aviación no hay industria aeroespacial y sin ésta la otra no podría sobrevivir. Esto sería suficiente como para unir a los dos sectores y proyectar un destino común, sobre todo porque ambas están minuciosamente reguladas y gestionadas, al grado que los incidentes y accidentes que ocurren en el transporte aéreo convoca de inmediato a los fabricantes de aeronaves y de partes.

De la investigación de los accidentes surgen frecuentemente recomendaciones para los fabricantes y proveedores, así como para toda la cadena de operación, como el Control de Tránsito Aéreo, aeropuertos, operadores de rampa, combustibles y toda la cadena implicada.

Por ello, es urgente que tanto la SICT como Economía se junten y convoquen a todos los actores de ambas industrias para perfilar una política pública de largo plazo, máxime en este momento de incertidumbre, pero es imposible parar la carrera hacia los nuevos propulsores y la sustentabilidad, la incorporación de nuevas tecnologías y la necesidad de interconectar ciudades y naciones para crear la red de protección contra las ocurrencias. Urge. E-mail: raviles0829@gmail.com

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