Opinión

Entre civilidad y barbarie

En el marco de la celebración de su aniversario 78, el torero Pablo Hermoso de Mendoza apuñala a un toro durante la corrida de aniversario en la Plaza de Toros México. CIUDAD DE MÉXICO, 05FEBRERO2024, FOTO: GRACIELA LÓPEZ /CUARTOSCURO (Graciela López Herrera)

Mañana el Congreso de la Ciudad de México discutirá la “Iniciativa Ciudadana Preferente para la Prohibición de Espectáculos Públicos, Privados e Itinerantes con Animales: Específicamente Corridas de Toros, Novilladas, Becerradas, Rejones, Tientas y Peleas de Gallos”, que establece el objetivo explícito de fortalecer el interés social que los ciudadanos tienen de terminar con la violencia institucionalizada hacia los animales. Dicho esfuerzo se ha reflejado en diversas disposiciones, normas, leyes federales y locales orientadas a la protección de los seres sintientes. La Iniciativa fue presentada por un conjunto de organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la protección y defensa de los derechos de los animales no humanos. Entre ellas: “Cultura Sin Tortura” quien presentó y fundamentó la Iniciativa Ciudadana con el apoyo del colectivo “México Sin Toreo” que reúne a 82 organizaciones animalistas como: “Anima Naturalis”, “Todos Somos Animales. Sí, También Tú”, “Animal Héroes”, “Mundo Patitas”, “Súper Humano”, “Sí! Esperanza Animal”, “Peta Latino”, “Mercy For Animals” o “Tiempo Animal”, entre muchas otras que luchan por la misma causa en diferentes entidades del país.

No fue un camino fácil llegar a este punto. La Iniciativa Ciudadana Preferente cumplió con todos los requisitos establecidos en la normatividad que establece el derecho de los ciudadanos para iniciar leyes y decretos en la capital del país. En este caso, la Constitución Política de la CDMX y otras legislaciones secundarias, así como el Reglamento del Congreso y los lineamientos emitidos por la autoridad electoral para estos ejercicios de democracia directa. Se establece que tales Iniciativas deben cumplir con un apoyo del 0.25% del total del Listado Nominal de Electores local al momento de su presentación, que en este caso (septiembre 2024), contenía un total de 7´816,301 inscritos. El porcentaje mínimo requerido consistía en 19,540 firmas de habitantes de la CDMX, mientras que la Iniciativa presentada logró superar esa cantidad recaudando la voluntad de 30,941 ciudadanos quienes se manifestaron inequívoca y categóricamente, por la abolición de estos espectáculos violentos, degradantes e inciviles.

Este sentir ciudadano es reflejo fiel de una situación de violencia contra los animales que actualmente es reprobada por la mayoría de la sociedad mexicana. Por esta razón, en la Iniciativa se recuerda que hoy en día quedan solo siete países en el mundo donde se permite la tauromaquia: España, Portugal, el sur de Francia, Ecuador, México, Perú y Venezuela, mientras que en el resto de los países esta actividad se considera un delito.

Después de diferentes estratagemas legales y políticas para evitar que dicha Iniciativa se sometiera a la consideración del Pleno de la III Legislatura del Congreso CDMX, y de que se modificara el Dictamen eliminando el tema de las peleas de gallos y cancelando la prohibición de las corridas de toros, se introdujo que no haya maltrato en los espectáculos taurinos. De esta forma, ahora se propone la figura de la tauromaquia sin violencia: “para garantizar el bienestar del animal con las fuentes de empleo que generan las corridas”. Un añadido que distorsiona la Iniciativa original y que no deja contentos ni a los taurinos, ni a los defensores de los animales.

El filósofo, antropólogo y matemático Jesús Mosterín, sostenía la necesidad de elevar el nivel de conciencia e información sobre los toros y sobre su vil maltrato, así como romper el muro de sofismas, falsedades y mitos que la “caverna taurina” ha tejido en torno al negocio de la crueldad. Hay maltratos de animales cuya solución es compleja dada su incidencia en la alimentación o la investigación, pero no es el caso de las corridas de toros: “que no sirven para nada porque solo representan una masa de sufrimiento inútil, perfectamente prescindible y fácilmente evitable”. La conclusión del maestro también es rotunda: hay que abolir las corridas de toros

Lo más relevante en México