Opinión

El malmenorismo

Yo digo que no hay nada qué celebrar; que esto es más de lo mismo; que la violencia no es sólo la explícita de la tortura hasta matarlos, sino que también hay otras formas de violencia, y que nadie piensa en su mente y en que los animales tienen consciencia de lo que los humanos les hacemos… científicamente comprobado. Un animal no sólo es el cuerpo sino también lo que siente. Por eso decimos que son “seres sintientes”, lo que implica el interés en su propia vida, en la dignidad que le es inherente por ser un ser de vida y desde luego porque sufren… porque tienen capacidad de sufrir. Si no, uno entra en el malmenorismo de “¡ah bueno, está bien, va a ser sin sangre!”, pero… ¿cómo va a ser todo el resto?; ¿en qué va a consistir el espectáculo ahora? ¡Es horrible! Estoy muy apenada porque estuvieron tan tan tan cerca de obtener la abolición total en la Ciudad de México, como en Colombia. ¡Qué pena!... ¡penísima!

 

Posicionamiento de Elena Liberatori

Equipo Judicial Sandra,

respecto a los “espectáculos taurinos sin

 violencia” en la capital mexicana

 

 

Animalidades

En relación a mi texto de la semana pasada rechazando absolutamente las medidas es-pe-cis-tas para una supuesta… su-pues-ta… no violencia en los “espectáculos taurinos” -y del que por cierto me alegraron de sobremanera sus adhesiones y buenos comentarios, ¡gracias!- insisto y sigo firme en que se trató de determinaciones político-¿económicas? y por lo tanto improcedentes, impropias e inadecuadas para proteger a los toros y novillos de ser lesionados y literalmente sacrificados los primeros, aunque para mi enorme sorpresa el gobierno de doña Clara Marina Brugada Molina haya contado con el visto bueno del mismo activismo que por medio de esforzada Iniciativa Ciudadana logró que fuera Preferente, peeeero, con rumbo a la abolición no sólo de las “corridas de toros” sino de todo espectáculo que conllevara el mal uso y abuso de cualquier compañero animal. Confieso que poco a poco fui poniendo todas mis esperanzas en el colectivo México Sin toreo, mismas que se me desinflaron al ver que tan pronto llegar a LA META tan notable grupo se había conformado entendiendo LA CONTRAOFERTA como un mal menor o como un paso de avanzada o incluso hasta celebrándola adelantadamente como una prohibición simulada suponiendo que ningún empresario taurómaco y menos un “torero” que se preciara de serlo bajo los cánones establecidos aceptarían entrarle a la Plaza México sin la más mínima posibilidad de picotear y matar al “enemigo”, cuando justo es violencia y sangre lo que requieren. Siendo así me sentí fuera de radar y razón por la que me interesó mucho conocer LA OPINIÓN de la Abogada argentina Elena Liberatori, quien como Jueza otorgó el Habeas corpus que permitió a la orangutana SANDRA representarse a sí misma logrando de esa forma jurídica su liberación de la pocilga (dizque zoológico) donde la tuvieron inertemente cautiva por años, allá en su tierra, y que no conforme… la Jueza… ha estado sumando credenciales que le han dado reconocimiento mundial en referencia a la determinación de respetar absolutamente LA SINTIENCIA y el bien estar, que nunca bienestarismo, de los compañeros animales. Su respuesta, como pudieron leer al inicio de esta página, fue contundente, felicitando mi posición y uniéndose a ella como incluso lo han venido haciendo posteriormente personas varias de las que incluso tenía tiempo de no saber. Sin embargo…

La instrucción ya había sido decretada por cuanto el pasado día 25 la nueva normativa para “espectáculos taurinos libres de violencia” apareció publicada en la Gaceta Oficial interviniendo tanto la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos como la de Protección y Bienestar Animal, ambas de CdMx, insistiendo en remarcar excepciones desacertadas (a peleas de gallos, jaripeos, charreadas, carreras de caballos o perros; espectáculos de adiestramiento, entretenimiento familiar, ferias y exposiciones) en esta segunda, destinada precisamente a resguardar la integridad física, mental y emocional de los compañeros animales. Leer para creer, ya que incluso la Jefa de Gobierno nos salió algo tramposilla por cuanto no quedó determinado el tiempo del “espectáculo” en su totalidad, dejando ese punto a cargo de un reglamento que deberá quedar elaborado en un máximo de 210 días naturales y en el que, obvio, intervendrán taurómacos de quinta… bueno… de cuarta o si se quiere de la cuarta. Asimismo se dio una salida inesperada al animal, ya que aunque nada certera en la propuesta original que obligaba su regreso a la ganadería de origen (y su prohibición a matarlo después del evento), ahora esos toritos ya bien toreados podrán ser regresados a su lugar de nacencia o ser entregados, así, cual cosas, a su “propietario”, lo que dará lugar a que de la misma plaza y una vez burlados y excitados salgan sin reposo ni descanso suficientes con rumbo al rastro donde sin duda alguna su muerte será todavía más terrible, si cabe afirmarlo. Y todavía se dan el lujo de declarar que fueron… fuimos… consultados todos los sectores involucrados. En fin, que para no seguirme agrandando el hígado en solitario sépanse que de esa Iniciativa Ciudadana Preferente no quedó nada. Que sobre eventos privados no se puntualizó. Que habrá más “espectáculos taurinos sin violencia” aparte de las temporadas de costumbre, algunos hasta “de caridad”, y que el gobierno capitalino sólo se colgó del documento a conveniencia, acomodando cada capricho para tratar de dar gusto a un lado y a otro siendo que es bien sabido que a quien a dos amos sirve…

Y lo anterior, sin dejar fuera varias incongruencias. Sólo mírense sus alcances con un ejemplito:

La Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos, en su artículo 4º inicia citando que “para los efectos del presente ordenamiento y sin perjuicio de lo dispuesto por otros ordenamientos legales, se entenderá por…”, cuando con las disposiciones que seguidamente se citan se estará violando la mismísima Constitución de la CdMx que en su artículo 13, apartado B, determina que en la capital mexicana los animales están reconocidos como seres sintientes y que toda persona tenemos el DEBER ético y la OBLIGACIÓN moral de respetar la vida e integridad de los animales, mismos que son sujetos de consideración moral y cuya tutela es de responsabilidad común. Sin marcar particularidades. Que las autoridades GARANTIZARÁN SU PROTECCIÓN y BIENESTAR, así como su trato digno y respetuoso… ¡ajá!... y resulta que las reformas y adiciones a las dos leyes referidas no solamente atentan sino que son violatorias de lo dispuesto en la ley madre de la CdMx. Caray, al menos hubieran evitado la cubierta de los cuernos no solamente por lo que ya expliqué la semana pasada, sino porque de esa forma dan oportunidad a los toros y novillos de enfrentar libremente a quien por su maldita gana se les pondrá sólo a capote y muleta .

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