Opinión

¿Por qué la carta pública de cientos de universitarios que repudian el plagio y el fallo legal contra la UNAM?

UNAM, Ciudad Universitaria
Ciudad Universitaria Ciudad Universitaria (Cuartoscuro)

Varios profesores e investigadores universitarios firmamos una carta rechazando el fallo legal contra el ex rector de la UNAM, el doctor Enrique Graue, y el maestro Fernando Macedo Chagolla, ex director de la FES Oregón. Todos se saben la historia, supongo. El doctor Guillermo Sheridan demostró hace un par de años que la tesis de licenciatura de la ministra de la Suprema Corte de Justicia Yasmín Esquivel Mossa era un plagio. Dicha tesis, dice la carta, “era copia de la que presentó, en 1986, otro alumno, Edgar Ulises Báez. Ambas fueron dirigidas por la licenciada Martha Rodríguez Ortiz. Luego se supo que otras tesis asesoradas por las misma profesora, también tienen plagios comprobables”. La profesora, que había asesorado más de quinientas tesis en 40 años de trabajo académico, enseñaba derecho en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Oregón. 500 tesis me parece una barbaridad, casi 12 tesis por año. En lugar de encauzar tantos trabajos para que sus alumnos obtuvieran la licenciatura ¿porqué no estudió un posgrado? Le hubiera hecho bien para su promoción como profesora.

 

La UNAM puso manos en el asunto una vez exhibido el plagio por el doctor Sheridan, conocido académico y escritor, y determinó que, en efecto, sí había habido plagio en la tesis de licenciatura de la ministra Esquivel. Sin embargo, mediante un fallo de hace dos años de un Tribunal Colegiado, se impidió que el Comité Universitario de Ética de la UNAM diera a conocer su dictamen sobre la tesis. Por otro lado, la Universidad Nacional rescindió el contrato de la licenciada Rodríguez Ortiz en la FES Aragón.

 

Como desquite, la licenciada Rodríguez Ortiz “presentó y ganó una demanda por daño moral”. La Juez Cuarto de lo Civil de la Ciudad de México, Flor María Hernández Mijangos, “estimó que la difusión de su conducta y las declaraciones de quienes encabezaban la UNAM y la FES Aragón” afectaron a la susodicha profesora. Se exigen, por lo tanto, para enmendar el daño, 15 millones de pesos de parte del doctor Graue y otro tanto del maestro Macedo Chagolla. Es decir, que la directora de tesis plagiadas recibe un premio mientras castiga a los funcionarios universitarios. Como apunta la carta que firmamos muchos, “La justicia, en este caso, es deformada para favorecer una venganza política”.

 

Asesorar tesis es algo serio, que implica dedicación, compromiso y honestidad. Es difícl saber si un tesista substrae de una tesis presentada o de un libro algunos párrafos. Pero si varias tesis versan sobre el mismo tema es imposible no darse cuenta.

 

La polémica que desató la tesis plagiada de Yasmín Esquivel a Edgar Ulises Báez Gutierrez, cuyo trabajo dirigió un año antes la licenciada Rodríguez Ortiz, alertó a la autoridades universitarias y a los asesores de cuidar que se repitiera algo semejante.

 

 La ministra Yasmín Esquivel se tituló con el siguiente trabajo “Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del artículo 123 apartado A”. En 1993 Juan Carlos Blanco Silva sustentó la tesis “Sindicato para los trabajadores de confianza” y en 2010 Juan Carlos Martínez Mendoza obtuvo el título con el trabajo “El sindicato de los trabajadoes de confianza y el recuento”, los cuales comparten párrafos íntegros con las tesis de Edgar Báez y Yasmín Esquivel, según expone el INFOBAE, un medio de noticias en vídeo, en alianza con el diario Washington Post y Google y corresponsalías en Buenos Aires, Washington, Ciudad de México, Montevideo y Caracas. La asesora de estos trabajos fue la licenciada Rodríguez Ortiz. O eso era la cuestión que más le interesaba a la asesora o se obsesionó con el tema que, la verdad, no creo que dé para mucha investigación.

 

La carta a la que he venido haciendo referencia y que se publicó ayer en la Revista Nexos y en Letras Libres argumenta:

 

Ya ha sido ominoso que la ministra Esquivel obstaculice el ejercicio de transparencia y de ética académica que habría con la publicación del dictamen sobre su tesis. A ese abuso de poder, ahora se quiere castigar a los entonces funcionarios universitarios que no hicieron más quecumplir con su deber.

 

 

A Yasmín Esquivel Mossa la nombró como ministra de la Suprema Corte de Justicia el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, en marzo de 2019. El marido de la ministra, José María Riobóo es un ingeniero y contratista dilecto de López Obrador desde que AMLO fungió como jefe de gobierno de la ciudad, lo cual despliega las relaciones con el poder de la ministra.

 

Lo importante es destacar que la demanda de la licenciada Rodriguez Ortiz al ex rector de la UNAM y al ex director de la FES Aragón es “una manipulación de la justicia”, como se apunta en la carta a la que me reiero. Lo que no está bien, sobre todo en una universidad, debe evitarse a toda costa..

 

La carta que lleva las firmas de los universitarios en defensa del doctor Graue y del maestro Macedo Chagolla está firmada, entre otros, por profesores e investigadores eméritos como Roger Bartra del Instituto de Investigaciones Sociales, la reconocida bióloga Julia, Carabias, Rolando Cordera de la Facultad de Economía, Lorenzo Córdova Vianello, ex consejero presidente del INE y hoy investigador de Jurídicas, Antonio Lazcano de la Facultad de Ciencias, Carlos Martínez Assad de Investigaciones Sociales, Guillermo Sheridan de Investigaciones Filológicas, Raul Trejo Delabre del Instituto de Investigaciones Sociales, Diego Valadés de Investigaciones Jurídicas, José Woldenberg de Ciencias Políticas y ex Consejero presidente del IFE y muchísimos universitarios más de todas las áreas, Facultades e Institutos.

 

El comunicado se “subió” a las redes, así es que no es difícil encontrarlo.

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