Opinión

La ONU quiere respuestas

Olivier de Frouville durante sesión del Comité de la ONU
ONU activa procedimiento por desapariciones forzadas en México Olivier de Frouville, presidente del Comité contra la Desaparición Forzada, durante sesión del Comité de la ONU (Captura: UN WEB TV)

En el frente interno hay asignaturas pendientes de alto impacto que tienen resonancias internacionales. El tema de los desaparecidos es el mejor ejemplo.

A pesar de ser un asunto añejo, por primera vez la ONU emprendió un procedimiento en contra de México que podría verse obligado a tocar el tema ante la Asamblea General.

La gota que derramó el vaso fueron las escalofriantes escenas del Rancho Izaguirre que puso al descubierto un modus operandi de las bandas criminales para reclutar nuevos cuadros y desaparecerlos sin dejar rastro.

El problema de las desapariciones, según la ONU, se expresa de manera generalizada y sistemática en el país. El primer paso es que el Estado mexicano prepare un documento de respuesta. Su primera puntualización ya está sobre la mesa: el Estado mexicano no practica ni consiente la desaparición, sino que la combate con las herramientas a su alcance.

Hay, sostiene el gobierno, un esfuerzo persistente para ayudar a las víctimas. Lo cierto es que el tema de las desapariciones es una herencia maldita. No arrancó el sexenio pasado, pero sí hubo durante la pasada administración una tolerancia que rayó en la complicidad. Ahora la ONU quiere respuestas.

Dónde más duele

Estados Unidos se ha quedado muy corto es las tareas que le corresponden para frenar la expansión de las bandas criminales dedicadas al trasiego de drogas.

Hay tres aspectos centrales: los carteles se pertrechan en armerías norteamericanas, lavan su dinero en los circuitos financieros de ese país y hay una mega estructura de distribución de las drogas en todo el territorio, estructura que no se ha tocado y en la que hay tanto traficantes como policías que los encubren.

El secretario de Estado, Marco Rubio, celebró que el gobierno de Trump se esté esmerando en sancionar la red de lavado de dinero para pegarle al cartel en donde más le duele: sus ganancias. Sin dinero la banda criminal se debilita.

Es muy extraño y genera todo tipo de suspicacias que las autoridades norteamericanas hayan sido tan complacientes con el movimiento del dinero sucio. ¿Le pondrán un hasta aquí o solo es gesto cosmético?

Yo Jalisco

La política social del gobierno de Pablo Lemus se concentra en la fórmula “Yo Jalisco”, que busca eficientar la entrega de apoyos a la población más vulnerable del estado.

Hay un padrón de 300 mil beneficiarios directos, cifra que se eleva a un millón al considerar también a los beneficiarios indirectos.

Se maneja una cifra de 2, 400 millones de pesos en diversas ayudas, la cifra más alta de la historia, lo que refleja el compromiso del gobierno para poder atender las causas de la marginación. Son 52 programas sociales los que se manejan en Jalisco.

Los apoyos se repartirán en tarjetas que ya se están distribuyendo. La política social es estabilidad, solidaridad y la aspiración colectiva de que nadie se quede atrás.

PT, ¿subversivo?

Dicen los que saben que la raíz del problema entre Morena y el PT es que no le dan a Alberto Anaya el lugar que él cree que se merece.

No lo consultan a tiempo, no le piden su opinión, no lo consideran parte del equipo. Y, en cambio, sí escuchan a los voceros del Verde. Las propuestas que el PT ha hecho de candidaturas caen en el vacío y por eso, en un gesto que no ha sido del todo valorado, el PT rompió la alianza oficialista en Veracruz y también dejó al descubierto el tinglado machista que blindó al diputado Cuauhtémoc Blanco.

En la dirigencia de Morena se dice en corto que Anaya ya era dirigente partidista cuando Luisa María y Andy estaban el kínder, por lo que no tienen vasos comunicantes.

El hecho es que el PT se quiere salir del huacal y mostrar que sí hay vida fuera de Morena, lo que puede considerarse subversivo.

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