
El sector de telecomunicaciones en México se encuentra en una encrucijada crítica, tensionado por la amenaza de aranceles en un contexto de globalización desafiante. Un análisis reciente de Carlos Roberto Hernández investigador de The Competitive Intelligence Unit, con información de los operadores del sector, subraya la creciente incertidumbre en las inversiones y el incremento en los costos operativos, lo que podría impactar significativamente la dinámica del mercado.
La complejidad tecnológica y los largos periodos de retorno de las inversiones ya generaban presiones sobre el sector. Sin embargo, la actual incertidumbre en la proyección de ingresos a largo plazo, exacerbada por la volatilidad económica global, intensifica los desafíos para los operadores. Esta situación se agrava al considerar el histórico déficit de infraestructura en México y el consecuente retraso en su modernización.
Datos del IFT para el cierre de 2024 revelan que ningún operador superaba el 85% de cobertura poblacional garantizada en 4G, tecnología con más de 12 años en el mercado. La brecha es aún más pronunciada en el despliegue de 5G, donde el operador con mayor cobertura solo alcanza el 39.5% de la población, contrastando con las coberturas de 4G (99%) y 5G (90%) en Estados Unidos.
La dependencia de equipos tecnológicos importados expone al sector a las fluctuaciones del comercio internacional y al potencial incremento en los costos de insumos. A pesar de que la teoría económica sugiere que una menor demanda debería traducirse en precios más bajos, los abruptos desequilibrios podrían generar el efecto contrario, elevando la estructura de costos de las empresas.
Esta presión ya se refleja en los márgenes operativos. Al cierre de 2024, América Móvil reportó un margen EBITDA del 41.3%, significativamente superior al 16.4% de AT&T y el 9.0% de Telefónica. Un alza generalizada en los costos podría equiparar estas diferencias, debilitando la competencia y, potencialmente, precipitando la salida de algunos operadores del mercado.
ATRASOS.- Pemex, que lleva Víctor Rodríguez Padilla, figura entre las petroleras con mayor retroceso climático de acuerdo al informe de Carbon Tracker, al obtener la calificación más baja (“H”) en todos los indicadores analizados. Este hecho no solo plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de su modelo de negocio, sino que también cuestiona la solidez y autenticidad de sus estrategias de responsabilidad social empresarial (RSE) en el contexto actual.
ESTRÉS.- México enfrenta un significativo estrés hídrico, ocupando el lugar 26 a nivel mundial, según un reporte de Marco Lara, investigador de BBVA Research al 11 de abril de 2025. Este dato contrasta con el avance del país en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6) sobre gestión sostenible del agua, donde alcanzó un 69.9% en 2023, por debajo del promedio de América Latina y el Caribe (72.6%).
Aunque las principales presas del país muestran una recuperación en sus niveles de almacenamiento, con un promedio de 56.5% al 31 de marzo de 2025, y el Sistema Cutzamala reportando un 53.3%, la tendencia general en la última década es hacia la baja. El Plan Nacional Hídrico 2024-2030, presentado por la administración de Claudia Sheinbaum, busca abordar esta situación mediante inversiones en infraestructura y saneamiento, pero enfrenta retos en la asignación presupuestaria y la gestión eficiente del agua.