
Rosario Piedra Ibarra, repitió como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), a pesar de ser la peor calificada de entre las 12 aspirantes. Su probada ineficiencia no fue impedimento para que la aplanadora oficialista se impusiera, logrando su reelección con una mayoría calificada manipulada por los senadores, Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña.
Piedra Ibarra protestó cumplir su segundo mandato en un organismo que cuesta a los mexicanos, cerca de mil millones de pesos anuales y su gestión, como agradecimiento al apoyo recibido, se ha distinguido por respaldar sistemáticamente las acciones del gobierno, cuando la misión de la comisión es la de defender los derechos y proteger a los ciudadanos que son víctimas de situaciones arbitrarias e injustas.
El último episodio que ha protagonizado tiene que ver con el comunicado que el Comité de Desapariciones Forzadas de la ONU envió a nuestro país solicitando un reporte, afirmando que hay indicios bien fundados de que las desapariciones forzadas, se practican de forma generalizada o sistemática en el territorio. La ONU señala que, de ser necesario, el tema podría ser tratado en la Asamblea General.
De inmediato, el Gobierno Federal negó que en el país exista esta situación, a pesar de que en el 47% de las carpetas por desaparición, aparece como responsable un funcionario del estado, sea policía o alguien con un puesto de mayor nivel.
Ya es momento de enfrentar la realidad con objetividad, los informes dan cuenta de 120 mil personas cuyo paradero se desconoce. En México y tan sólo en el periodo en que Morena llegó al gobierno, hasta la fecha, van cerca de 57 mil desaparecidos. Todos hemos sido testigos del drama de las madres buscadoras que, por fin, en el gobierno de la doctora Sheinbaum, están siendo atendidas.
El documento de la ONU exhorta al gobierno a llevar a cabo acciones contundentes para enjuiciar a funcionarios, policías y todo tipo de autoridades que bien sabemos han estado involucrados en miles de desapariciones. Por ello, cada vez más organizaciones de apoyo a las madres buscadoras exigen la renuncia de Rosario Piedra, demanda a la que se unió la semana pasada, doña Cecilia Flores, fundadora del colectivo Madres buscadoras de Sonora.
Otro hecho vergonzoso es el que tiene que ver con las declaraciones y acciones irresponsables del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien en otros tiempos se decía protector del pueblo. Resulta que como respuesta a sus declaraciones en contra de que existan desapariciones forzadas, organizaciones de madres buscadoras llevaron a cabo un acto importante de protesta contra el líder del senado.
Las organizaciones de madres buscadoras, en las afueras del Senado, colocaron una serie de fotografías de familiares e hijos desaparecidos, con evidencia de participación de autoridades. Lo que hizo el otrora defensor del pueblo, en cuanto terminó la manifestación, fue mandar borrar con manguerazos las fotografías que se habían colocado. De ese tamaño, las acciones de este legislador, carente de la más mínima sensibilidad política.
En las noticias de todos los días, sorprende la constante denuncia de familiares por desapariciones de sus familiares, en diferentes partes del país. Es realmente un escándalo y lo peor es que a las denuncias y quejas se une la desilusión por la inacción e indolencia de las autoridades.
La preocupación manifestada por el Comité de la ONU debe atenderse porque ya es imposible tapar el sol con un dedo.
@fer_martinezg