Opinión

El incierto futuro de Adán Augusto

El diputado Gerardo Fernández Noroña critica al gobierno de AMLO
Adán Auguto Adán Auguto (La Crónica de Hoy)

Adán Augusto López Hernández ingresó a las grandes ligas de la política nacional hace poco menos de cuatro años. Si bien su carrera política – primero en el PRI, después en el PRD y desde 2014 en Morena – inició desde hace casi cuatro décadas, esta no tuvo mayor relevancia sino hasta el 26 de agosto de 2021, cuando fue designado por el presidente Andrés Manuel López Obrador como secretario de Gobernación, en sustitución de Olga Sánchez Cordero. Antes de esto, el cargo más importante que había ocupado, además de posiciones legislativas locales y federales, así como de cargos partidistas y responsabilidades gubernamentales menores, fue el de gobernador de Tabasco, el cual, si bien representa el de mayor jerarquía a nivel local, no tiene una trascendencia mayor en el ámbito nacional.

Con el apoyo de su paisano y jefe, el otrora inquilino del Palacio de Cobián, soñó en grande y se miró a sí mismo como legítimo y posible aspirante presidencial. El proceso interno de su partido lo colocó, poco más de dos años después, en su fría realidad: tercer lugar en la encuesta de Morena con el 11.2 por ciento de las preferencias, muy lejos de Marcelo Ebrard, quien ocupó el segundo sitio con 25.8 por ciento de simpatías, y del 39.4 por ciento con el que Claudia Sheinbaum terminó convirtiéndose en la abanderada morenista, primero, y presidenta de la República, después. En cambio, la diferencia entre López Hernández y el cuarto lugar, Gerardo Fernández Noroña fue de apenas 0.6 por ciento.

Con esas prendas electorales, con el favor de su paisano y jefe, con el pretexto de promover la unidad interna de su partido y con la complacencia de la candidata presidencial, Adán Augusto se convirtió en candidato de mayoría relativa al Senado de la República para después hacerse con el control de la bancada, al concretarse la salida del órgano legislativo de Marcelo Ebrard por su nombramiento como secretario de Economía. Entonces Adán volvió a soñar con un promisorio futuro político. Ser coordinador de la bancada oficial en el Senado de la República le daría fuerza política, control de un presupuesto millonario, presencia mediática y, sobre todo, espacio para demostrar su indispensabilidad para el gobierno de Claudia Sheinbaum.

Hoy, cuando apenas corre el segundo periodo legislativo de los doce que habrá de vivir, Adán Augusto enfrenta una crisis que se refleja en cinco hechos muy concretos. Primero, el haber jugado las contras a la presidenta Sheinbaum en la pasada elección de la persona titular de la CNDH. Segundo, el desplante de prepotencia e irascibilidad mostrado hacia Ricardo Monreal por el recorte presupuestal para el Senado en 2025, el cual seguramente contó con el aval presidencial. Tercero, el escándalo dentro y fuera de Morena que ha significado la promoción anticipada y arrogante actitud de la senadora Andrea Chávez como candidata a la gubernatura de Chihuahua. Cuarto, el desprecio mostrado hacia Luisa María Alcalde, presidenta de su partido, al negarse a sostener una reunión de la bancada con la dirigente nacional. Quinto, el desplazamiento que ha sufrido a mano de Gerardo Fernández Noroña, quien ha asumido entre muchos senadores morenistas una posición de mayor fuerza y liderazgo que la del propio tabasqueño.

El sexenio aún es muy joven como para encartar o descartar personajes de cara a la sucesión presidencial de 2030. Sin embargo, es innegable que los sueños de poder de Adán Augusto han atravesado por turbulencias de las que no será sencillo reponerse. Tampoco es posible ignorar que las acciones y omisiones asumidas por el senador López Hernández han molestado y afectado a personajes fundamentales del llamado segundo piso de la transformación. Frente a este escenario, el futuro de Adán Augusto es incierto y los próximos meses marcarán si los sueños que lo acompañan desde hace poco menos de cuatro años encuentran asidero en la realidad o si las aspiraciones del senador no fueron más que una obnubilación, fruto del deseo por convertirse en el sucesor de Claudia Sheinbaum y de la ambición de pasar a la historia como el segundo tabasqueño en ocupar la silla presidencial.

Profesor y titular de la DGACO, UNAM

Twitter: @JoaquinNarro

Correo electrónico: joaquin.narro@gmail.com

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