
La posibilidad más que real de que sobreviniera una crisis de gran calado para la economía norteamericana alarmó al presidente Donald Trump. Desde el pasado 8 de abril los poseedores de los bonos gubernamentales, empezaron a venderlos, a pesar de que la deuda gubernamental es lo más seguro que existe como inversión.
Nadie duda que la economía norteamericana y el gobierno deje de pagar por lo que comprar bonos gubernamentales se considera como una apuesta segura, sin embargo, los tenedores de los bonos contemplaron la posibilidad de deshacerse de ellos, alarmados por las reacciones internacionales a los aranceles de Trump. Recordaron la gran crisis de 2007 cuando ocurrió una fuerte caída en el mercado de deuda.
La primera alarma fue, cuando por los anuncios en el Jardín de las Rosas, sobre la imposición de los aranceles más altosa todos los países del mundo, con un incremento aún mayor a China, las acciones y mercados de valores no dejaron de caer, por lo que voces cercanas al presidente, como el multimillonario Bill Akman y el senador Ted Cruz, advirtieron de terribles consecuencias si no se daba marcha atrás.
Pero Trump es un hombre enigmático, un día decide una cosa y al otro día la pospone o la cambia como ha ocurrido con los aranceles a los smartphones, en su mayoría fabricados en Asia, China principalmente, donde está la planta más importante de Apple.
Lo que observadores acuciosos se preguntan es si en este plan que ha puesto de cabeza al mundo, subyace un objetivo que no se ha hecho público. Si nos damos cuenta, quiénes están detrás de esta estrategia, colaboradores muy cercanos y a quienes el presidente escucha con atención, son Scott Bessent, secretario del tesoro y Stephen Miran, principal asesor económico de la Casa Blanca.
Estos personajes le vendieron exitosamente a Trump la ideade que la lupa en la aplicación de aranceles habría que ponerla en los países con los que EU tiene un déficit comercial mayor, que son Japón, China, países del sudeste asiático y la Unión Europea que le venden mucho más a Norteamérica de lo que compran a los EU. Sus monedas principalmente el yen japonés y el renminbi chino, están muy devaluadas respecto al dólar y a EU le conviene que las revalúen, subir sus monedas y bajar al dólar a fin de que aEU le sea más fácil exportar bienes y servicios a esos países.
Sin embargo, si leemos con cuidado el discurso de Xi Jinping, pronunciado el pasado sábado donde el líder del gigante asiático responde a los aranceles de Trump con gran energía, afirmando que el gobierno chino no le tiene miedo a EU porque su economía es muy fuerte y resiliente ante las dificultades, ante cualquier amenaza, el margen de maniobra es amplio, ha soportado innumerables dificultades y siempre ha salido adelante. Está a favor del libre mercado internacional y respeta los lineamientos de la Organización Mundial de Comercio que favorece el desarrollo e intercambio con todos los países del mundo sin amagosarbitrarios que se opongan al avance del comercio entre todos los países del mundo.
Lecciones de altura en cuanto al comportamiento de políticas comerciales que seguramente Trump no esperaba, porque China practica una economía de mercado abierta a todo el mundo pero que en lo interno, teniendo un gobierno de partido único, donde el estado y el partido son la misma cosa, sus márgenes de maniobra son inmensos, de ahí el enorme desarrollo que el país ha tenido en los últimos 30 años, donde ha sacado de la pobreza a cerca de 800 millones de chinos que ahora son parte de una clase media que consume.
China también cuenta con trabajadores especializados en su creciente industria manufacturera que ha dejado al mundo impresionado por todo lo que fabrica y por sus increíbles avances en tecnología, robótica y últimamente en inteligencia artificial.
Las obras de infraestructura, carreteras, puentes, líneas de trenes, presas, verdaderos alardes de modernidad, consolidan a China como la economía número 2 del mundo, que en diversos aspectos ya supera a los EU. El mundo bipolar está quedando atrás para dar nacimiento al multilateralismo que será la principal característica de la economía mundial en el muy corto plazo.
La lección que China está dando a EU es indiscutible y en el fondo Trump lo sabe por lo que todos los días rectifica y replantea su hasta ahora fallida estrategia comercial.
@fer_martinezg