
Mientras el gobierno de Clara Brugada presume una ambiciosa agenda de movilidad rumbo al Mundial 2026 —nuevos trolebuses, trenes ligeros, rutas renovadas— el Metro de la Ciudad de México parece moverse en dirección opuesta: sin liderazgo, sin control y sin un plan claro para recuperar la confianza de sus usuarios.
Esta semana, el sistema volvió a ser nota por las peores razones: una trabajadora fue retirada de su puesto tras difundirse un video en el que aparece borracha e insultando a elementos de seguridad en la estación Cuatro Caminos. Aunque fue separada de sus funciones, el verdadero escándalo no es su comportamiento, sino lo que revela: un Metro sin mando, sin autoridad interna, donde la falta de profesionalismo ha dejado de ser excepción para convertirse en hábito. ¿Qué tan débil es la dirección del Metro que ni siquiera hay temor al ridículo público?
El problema, hay que decirlo con claridad, no es de Clara Brugada. La jefa de Gobierno ha mostrado determinación en avanzar con proyectos relevantes en movilidad. El problema tiene nombre y cargo: un director del Metro que no ha sabido navegar el reto que representa el sistema más importante de transporte del país. Su falta de liderazgo, de estrategia y, sobre todo, de control operativo, han dejado al Metro a la deriva. No se trata de recursos, se trata de mando. Y ese, simplemente, no existe.
A esto se suman las alarmantes denuncias por “pinchazos” dentro del Metro y Metrobús, con nueve víctimas —la mayoría mujeres— que aseguran haber sido agredidas con agujas. Aunque la Fiscalía ha descartado secuestros y no se han detectado sustancias en los análisis toxicológicos, el daño está hecho: la percepción de inseguridad se ha instalado en el transporte público. Y ante eso, las respuestas oficiales han sido frías, técnicas, evasivas.
El Metro es el sistema que conecta a millones todos los días. Es el termómetro social de la capital. No puede operar con jefes que no imponen respeto ni con trabajadores que cruzan la línea de lo inaceptable. La crisis no es un hecho aislado, sino la acumulación de años de abandono, falta de mantenimiento y una burocracia que se resiste a transformarse.
Así, mientras Clara Brugada invierte más de mil 300 millones de pesos en trenes nuevos para el sur de la ciudad y promete trolebuses brillantes para conectar Santa Úrsula y Huipulco, el corazón del transporte capitalino late con síntomas de descomposición. No basta con inaugurar rutas: hace falta poner orden en casa.
La movilidad de una ciudad no se mide solo en kilómetros de vías o cantidad de unidades nuevas, sino en la dignidad y seguridad del viaje cotidiano. Y en eso, el Metro —ese símbolo de lo público— está reprobado.
Que bien por el Tren Ligero. Pero alguien, por favor, que tome el volante del Metro. Porque hoy, más que moverse, se tambalea. Y con él, tambalea la confianza en todo el sistema.
Por cierto:
1. ÁNIMO. Álvaro Obregón registró la mayor baja en percepción de inseguridad en cinco años, según el INEGI: pasó de 66.5% en diciembre de 2024 a 56.8% en marzo de 2025. La estrategia del alcalde Javier López Casarín —basada en prevención, atención por colonia y coordinación con gobiernos— empieza a dar resultados. Aunque aún hay retos, los datos sugieren que algunas medidas en materia de seguridad comienzan a tener efecto en el ánimo social.
2. FIESTA. En el marco de este 30 de abril, nos cuentan que en Azcapotzalco se busca dejar claro que celebrar a niñas y niños también implica garantizarles espacios dignos para crecer. Por eso, se inauguraron nuevas salas interactivas en el Museo Tezozómoc del IPN, en dónde también harán un concierto el 27 de abril. Se sigue impulsando el boxeo chintololo como una opción deportiva accesible y se preparan actividades culturales y comunitarias como parte de las Jornadas por la Paz. Entre ellas el Picnic Nocturno y presentaciones de teatro musical. Y para rematar, ese mismo fin de semana regresa la Feria Internacional del Libro en Azcapotzalco. Más que la celebración de un día, se trata de demostrar el compromiso que tiene la Alcaldía con que la niñez crezca segura, libre y rodeada de oportunidades.
Vivo la noticia, para contarle la historia
@juanmapregunta