
Cuentan que, en una aldea lejana, un hombre ya entrado en años llamado Mateo, sembraba con esmero un pequeño castaño, de esos árboles que tardan muchos años en dar frutos. A su paso, un joven viajero curioso le preguntó: —¿Por qué plantas algo que tardará toda una vida en crecer? Mateo, con la mirada serena y las manos cubiertas de tierra, respondió: —No siembro para mí. Estoy sembrando para mis nietecitos…
Como Mateo, cada acción que emprendemos por nuestras niñas y niños es una semilla de amor sembrada en el presente, destinada a florecer en un mañana llena de esperanza y vida. Hoy, en México, tejemos esa misma promesa a través de programas que protegen la salud de la infancia desde el corazón mismo de nuestras escuelas, hospitales y hogares. Cada niña y cada niño merecen crecer fuertes, sanos y rodeados de oportunidades para alcanzar las estrellas.
Con ese mismo espíritu de cuidado profundo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) acompaña a las familias desde los primeros latidos de vida de sus hijos, sembrando protección y futuro, bajo la mirada atenta de corazones que entienden que en cada niño se guarda un universo lleno de posibilidades. Pero cuidar la infancia es abrazar su ser de manera integral. Bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, florece una visión que no solo cuida cuerpos, sino también sueños. En este marco, el IMSS ha lanzado el Expediente de Salud Digital, parte de la estrategia nacional «Vive Saludable, Vive Feliz», que tocará la vida de más de 11 millones de niñas y niños en escuelas públicas, regalando a sus familias reportes personalizados sobre su crecimiento, su vista, su salud bucal y su bienestar integral. Aproximadamente 3,800 profesionales de enfermería recorrerán más de 90 mil escuelas, no solo llevando instrumentos médicos, sino también cultura de bienestar, enseñando que cada cuerpo pequeño es un jardín que merece ser cultivado.
Además, «Vive Saludable, Vive Feliz» transforma los espacios escolares: fomenta el agua natural sobre las bebidas azucaradas, promueve juegos y carreras en lugar de largas horas sedentarias, y enseña a cuidar del cuerpo como quien cuida de una flor que apenas empieza a abrirse al sol. En las horas en que las madres y padres trabajan, los nuevos Centros de Educación y Cuidado Infantil (CECI) del IMSS se convertirán en refugios de aprendizaje y seguridad, sustituyendo las antiguas guarderías subrogadas.
El arte también será fundamento: el programa Escenarios IMSS–Cultura 2025–2026, en colaboración con la Secretaría de Cultura, abrirá puertas a la imaginación a través del teatro, la música y la danza. Mientras tanto, en los campos y canchas de las 178 escuelas deportivas, niñas y niños aprenderán que su cuerpo es fuerza, su corazón coraje, y su mente, un infinito por descubrir.
Hoy, en el marco del Día de la Infancia, abrazamos nuestra misión: proteger sus derechos, cultivar sus sueños, creer en ellos con la certeza de que estamos sembrando la vida misma. Cada niña y cada niño que crece rodeado de amor y oportunidades es un poema vivo, una promesa de un México más justo, fuerte y luminoso. Cada cuento leído, cada gol anotado, cada risa en los patios escolares, es una raíz que crece hacia el mañana, anclada en la esperanza. Porque, como supo el sabio viejo e inteligente agricultor, no siempre veremos el bosque que brotará de nuestras acciones. Pero sabremos que, bajo su sombra, generaciones enteras encontrarán abrigo, belleza, libertad y esperanza.
Este día del niño reflexionemos profundamente el niño y la niña deben vivir su niñez, evitando a toda costa que lleguen a ser explotados con un trabajo prematuro, no permitamos que el infante se convierta en adulto prematuramente. Sembremos hoy para nuestros hijos y para nuestros nietecitos.