Opinión

La 4T y sus dudosas amistades en el mundo

Como si el mundo no tuviera suficiente con la invasión de Rusia a Ucrania y la inestabilidad en Pakistán, Taiwán, Armenia y Azerbaiján, ahora el grupo terrorista islámico Hamás decidió atacar a Israel el sábado al amanecer. La agresión fue respondida por el gobierno judío con toda su fuerza.

De acuerdo con el líder de Hamás, Isameil Haniye, se trata de “una batalla por la dignidad por los crímenes históricos de Israel” y, de paso, la liberación de los presos palestinos y jordanos de las cárceles israelíes, así como la reivindicación de sitios sagrados musulmanes que los israelíes habrían profanado en enfrentamientos anteriores.

Llegar a un acuerdo de paz en esta zona del Medio Oriente se antoja casi imposible; usted lo sabe, doctora Sheinbaum. Cada vez que lo han intentado, alguna facción extrema de uno u otro lado se levanta en discordia.

Ante los hechos bélicos del fin de semana pasado, el gobierno de la 4T guardó un incómodo silencio, para luego caer en contradicciones, lo cual no es raro en su “política” exterior.

El domingo, la Secretaría de Relaciones Exteriores emitió el comunicado 417, en el cual afirma que México “condena inequívocamente los inconducentes ataques ocurridos en contra del pueblo de Israel el pasado 7 de octubre por parte de Hamás y otras organizaciones palestinas en Gaza. Todo acto terrorista constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacionales. (…) Ninguna causa justifica el recurso al terrorismo. México reconoce el derecho a la legítima defensa que asiste a Israel.” No podría estar más de acuerdo.

24 horas más tarde, el presidente declaró en la mañanera que su gobierno no deseaba “tomar partido, porque queremos ser un factor para la búsqueda de una solución pacífica. (…) Más que condenas, se requieren soluciones pacíficas y que se evite que se escale la confrontación y la violencia. (…) Vamos a seguir convocando al diálogo.”

Todos queremos la paz, pero el presidente no toma en cuenta que Hamás no es el Estado Palestino; de hecho es una defección de la Autoridad Nacional Palestina y está constituido como un grupo terrorista que busca la eliminación de Israel. ¿Puede un gobierno electo democráticamente tomar una posición “neutral” frente a terroristas? ¿Acaso AMLO ignora que los terroristas, por definición, no dialogan?

A decir de los expertos en cuestiones internacionales, el actual conflicto va para largo y en escalamiento. Ayer mismo se dio a conocer que miembros de la Guardia Revolucionaria Iraní y el grupo libanés Hezbolá apoyaron a Hamás en la organización del ataque a Israel. Al momento de escribir estas líneas, Hezbolá ya había lanzado bombas en dos puntos de Israel y este país reaccionó en consecuencia.

Volviendo a México y a esto de colocarse del lado equivocado de la Historia, el gobierno de la 4T se ha mostrado proclive al gobierno de Venezuela. Pues qué le cuento, doña Claudia, que Adel El Zabayar, un ex congresista venezolano muy cercano a Hugo Chávez, en 2009 sirvió de intermediario entre su país y Hezbolá y Hamás, para contratar a sus miliicianos con fines aviezos. Más aún, en 2019, Hezbolá dio su apoyo explícito al gobierno de Nicolás Maduro. Como que no son muy buenas compañías, digo yo.

Hay por ahí otro extraño vínculo de la 4T con grupos irregulares de Irán y Venezuela. El 8 de julio del año pasado, en esta columna di cuenta del aterrizaje en Querétaro de una “aeronave arrendada por EMTRASUR, empresa paraestatal venezolana, pero el propietario es Mahan Airlines, de origen iraní. Esta última es conocida por ser la línea de transporte de Fuerza QUDS, la cual tiene como misión exportar la revolución islámica.”

El avión jumbo fue declarado de carga y se dirigió a Argentina. Al salir de este último país, “ya habían sonado las alarmas de la comunidad internacional de inteligencia y le fue negado el aterrizaje en Uruguay” y otros países vecinos.

No le hago el cuento largo, el avión hubo de regresar a Argentina con sus 13 tripulantes venezolanos, todos ellos militares del servicio de inteligencia, y 18 iraníes de la Guardia Revolucionaria. El celular del piloto Gholamreza Ghazemi, contenía “exhortos a la destrucción de Israel, así como fotos de armas de destrucción masiva.”

Varios de los iraníes previamente habían estado en Ciudad del Este, Paraguay, “en la triple frontera de este país con Argentina y Brasil, donde se sabe operan células (delincuenciales) que financian el terrorismo internacional.” En Argentina, todos los tripulantes fueron enjuiciados. En México, nadie dio una explicación sobre la aeronave y sus verdaderos propósitos.

Además de Nicolás Maduro, la 4T se ha ubicado del lado de otros “amigos” inconvenientes como Daniel Ortega, de Nicaragua; Vladimir Putin, de Rusia; Pedro Castillo, de Perú; y Evo Morales, de Bolivia.

Mal que la 4T se junte con gobernantes autoritarios, opresores y corruptos. ¿Pero que se haga de la vista gorda con terroistas? Eso sí que es demasiado.

Ahora cuéntenos, doctora Sheinbaum, ¿usted seguirá con esta política exterior?

Colaboró: Upa Ruiz uparuiz@hotmail.com

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